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El incendio que sacudió a la nación en el condado de Ji, ciudad de Tianjin

 

Chen Yao    Ciudad de Tianjin

 

    El edificio de Laide era uno de los centros comerciales más grandes del condado de Ji. El 30 de junio de 2012 fue un día sábado y Laide estaba celebrando una promoción, por lo que había una gran cantidad de clientes. Esa tarde, poco después de las 3:00 PM, el edificio de repente se incendió. El jefe, temeroso de que en el caos los clientes agarraran cosas sin pagar, cerró la entrada principal en el nivel uno y condujo a los clientes al segundo y tercer piso. Lo que no se había previsto era que el incendio se volviera cada vez más intenso y feroz, llegando a ser completamente incontrolable. La electricidad se apagó en todo el edificio. Desde el primer piso hasta el cuarto, los ascensores estaban fuera de servicio y la entrada cerrada en el primer piso no podía ser abierta. Un humo negro invadía todo el edificio y chispas volaban por los aires. Enormes llamas saltaban desde todas las ventanas, el humo cubrió el condado, el aire ahogaba a la gente por varios cientos de metros de distancia. En ese momento muchas de las personas atrapadas arriba del tercer piso eligieron huir saltando del edificio y algunas murieron donde cayeron; una escena horrible.

 

    Aunque el cuerpo de bomberos no estaba lejos del edificio, a sólo diez minutos a pie, hubo unos 25 minutos entre la llamada de ayuda y la llegada de los bomberos. El rescate ya estaba retrasado. Los socorristas extendieron una escalera hasta el tercer piso, pero sólo rescataron a siete u ocho personas antes de que el fuego encandeciera la escalera, por lo que el último de ellos cayó de la escalera y murió en el acto. Y dentro del edificio muchas más personas atrapadas agitaban sus brazos frenéticamente desde las ventanas pidiendo ayuda, pero al poco tiempo ya no se veía ni una sola mano…

 

    El gran incendio ardió desde las 3:30 de la tarde hasta las 9:00 de la noche. Hubo más de trescientas personas dentro del edificio que murieron quemadas (el número exacto aún está siendo determinado, pero el gobierno del PCCh sólo reportó 10 personas). Hubo algunas personas que llamó a sus familiares a las tres en punto, pero cuando los miembros de su familia la llamaron a las cinco, nadie respondió. Una familia de siete miembros había ido a Laide para hacer compras juntos y toda la familia murió en el incendio… Hay tantas historias trágicas.

 

    Justo cuando se desató el incendio, algunas personas postearon esta tragedia online y, al instante, el "Incendio en Laide" sacudió al condado de Ji y conmocionó a la nación. La gente del condado de Ji cayó en pánico y estaba en un ambiente de horror; muchas personas se apresuraron para encontrar a los miembros de sus familias.

 

    Aunque el desastre asustó e hirió a la gente común, en lo que respecta a los hermanos y hermanas con fe en Dios Todopoderoso, muchos descubrieron la gran salvación y protección de Dios en este desastre y vieron los milagros de Dios. La hermana Gao y su madre recién habían recibido la obra de Dios de los últimos días en junio de 2012. En este incendio ellas vieron las obras de Dios y se volvieron más seguras de la nueva obra de Dios. La hermana mayor, la madre de Gao, tiene 73 años y tiene algunos problemas para caminar. Ella camina con un bastón, pero usualmente es muy raro que se caiga. El día del 29 de junio, la madre de Gao se cayó repentinamente sobre el piso plano. Aunque no se quebró ningún hueso, sólo recibió un gran hematoma, ella no podía cuidar de sí misma y necesitó a la hermana Gao junto a su cama. Al día siguiente (el día del incendio), otra hermana llamó a la hermana Gao y le dijo que estaba ilusionada con unos pantalones en Laide, pidiendo a la hermana Gao que la acompañara a comprarlos. La hermana Gao dijo: “En estos momentos mi madre necesita que alguien la cuide, así que necesito quedarme con ella. ¡Tendrás que ir sola!”. Esta amiga ya le había pedido ayuda a la hermana Gao previamente y ella nunca se había negado. Pero esta vez, debido a que su madre necesitaba atención, ella rechazó la solicitud de su buena amiga.

 

    Sólo cuando se enteró de que hubo un incendio en Laide, la hermana Gao cayó en la cuenta de repente que todo el tiempo, sin saberlo, ella había estado bajo la protección de Dios. Por medio de la dolencia de su madre, Dios había bloqueado su camino. Si hubiera ido con su amiga al centro comercial, seguramente habría muerto en el incendio. Dios usó Sus maneras especiales para proteger su vida. ¡Dios es realmente maravilloso! Algo aún más inesperado fue que, la noche después del incendio, la madre de la hermana Gao pudo levantarse de la cama y caminar. Posteriormente, por medio de la comunión, la anciana madre de Gao comprendió la buena intención de Dios y dijo: “A pesar de que sufrí un pequeño golpe, Dios usó mi dolencia para salvar a mi hija. ¡Gracias a Dios Todopoderoso!”.

 

    La hermana Gao agregó que su buena amiga, quien la había invitado a Laide ese día (y que también creía en Dios Todopoderoso), también recibió la milagrosa protección de Dios. Al ver que la hermana Gao no podía ir, la amiga había llamado a su esposo por teléfono para que fuera con ella a comprar los pantalones que la tenían ilusionada. Alrededor de las 2:30 de la tarde su esposo llegó a casa y trató de apresurarla, pero, repentinamente, ella perdió su sentido de urgencia y le dijo: “Tal vez más tarde”. A las tres, su esposo le preguntó de nuevo y una vez más ella le dijo que esperara un poco. La tercera vez que él preguntó, finalmente esta hermana condujo con él a Laide. A mitad de camino vieron el humo negro que venía desde Laide y preguntando descubrieron que el centro comercial se había incendiado. La hermana no pudo contenerse y dijo: “¡Gracias a Dios por protegerme!”. Al mismo tiempo se dio cuenta de que su dilación tenía su origen en el dominio de Dios y que no era producto de su propia intención.

 

    El poder de Dios es omnipresente, la sabiduría de Dios va más allá de la comprensión mortal. Aunque a menudo nos olvidamos de Dios en nuestra vida cotidiana, Dios siempre vela por nosotros, protegiéndonos, a nuestro lado, nunca nos abandona. Si creemos en Dios, cuando venga el desastre Dios nos salvará de cualquier manera y nos librará del desastre. El día del incendio, muchos hermanos y hermanas vieron las obras de Dios. Una hermana estaba en Laide comprando cosas cuando recibió una llamada telefónica para hacer algo precisamente en el momento crítico, con el incendio justo a sus espaldas. Otra hermana estaba saliendo de su edificio y se dirigía a Laide, y de repente sintió un dolor de estómago tan intenso que se regresó y no fue, evadiendo así el desastre… Claramente, en el desastre sólo Dios es nuestro verdadero refugio, nuestra fortaleza, porque Dios ha dicho: “Yo soy la única salvación de la humanidad. Soy la única esperanza de la humanidad y, aún más, Yo soy aquel sobre quien descansa la existencia de toda la humanidad. Sin Mí, la humanidad se detendrá de inmediato y por completo. Sin Mí, la humanidad sufrirá una catástrofe y será pisoteada por todo tipo de fantasmas […]. El desastre se origina en Mí y, por supuesto, Yo lo orquesto. Si no podéis parecer buenos a Mis ojos, entonces no escaparéis de sufrir el desastre” (‘Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino’ en “La Palabra manifestada en carne”).

 

    Un incendio nos ha iluminado: aún cuando los bolsillos de una persona estén llenos de dinero, sea celebrada, pueda disfrutar de un estilo de vida moderno y lujoso y sea admirada y envidiada, todo esto se desmorona ante el desastre. En el incendio, entre aquellos que no pudieron soportar el calor de las llamas y perdieron sus vidas saltando del edificio, entre aquellos cuyas vidas terminaron en desesperación mientras agitaban sus brazos frenéticamente en las ventanas, habría algunos que tenían dinero y estatus, algunos que eran hermosos y llevaban finos vestidos, algunos que tenían familiares con ellos… Sin embargo, a medida que el incendio se intensificaba, ardiendo por todos los lados del edificio, nada de lo que tenían podía salvarlos de aquellas llamaradas de fuego. Es como dicen las palabras de Dios: “Y los que viven fuera de Mi palabra, huyendo del sufrimiento de la prueba, ¿acaso no están ellos a la deriva por el mundo? Ellos son semejantes a las hojas de otoño que revolotean por aquí y por allá sin un lugar donde descansar, mucho menos Mi palabra de consuelo. Aunque Mi castigo y refinamiento no los siguen, ¿no son ellos los mendigos, que flotando por doquier, vagan por las calles fuera del reino de los cielos? ¿Es el mundo en verdad tu lugar de descanso?” (‘Qué significa ser un hombre de verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”).

 

    Queridos hermanos y hermanas, el incendio del condado de Ji ya ha pasado, pero con el permiso, la advertencia y el recordatorio de Dios a nosotros. Al mismo tiempo, es la salvación amorosa de Dios para nosotros. Quisiera que lo contempláramos y que conociéramos la buena intención de Dios, dedicando más tiempo y esfuerzo en buscar la verdad y andar por el camino correcto por el que Dios guía nuestras vidas. Sólo de esta manera podemos recibir la promesa y las bendiciones de Dios. Al mismo tiempo, que Dios mueva nuestros espíritus, permitiéndonos salvar más almas entre estas frecuentes calamidades, llevando consuelo al corazón angustiado y atribulado de Dios.

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