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Los últimos días están aquí: ¿Cómo se están cumpliendo las profecías de la segunda venida del Señor Jesús?

Por Zhou Jing

 

Un día vi una animada discusión en línea; la gente decía que cuatro lunas de sangre apareciendo por la noche en el hemisferio occidental es una advertencia de los tiempos finales, y que los grandes terremotos son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Pensé: “Las cuatro lunas de sangre ya han sucedido, han aparecido fenómenos celestes, los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, los incidentes terroristas están aumentando, las guerras están constantemente estallando… Todas las señales muestran que básicamente las profecías del regreso del Señor se han cumplido, así que ¿por qué no lo he visto bajar en una nube para encontrarse con nosotros? ¿Es que el Señor aún no ha regresado o que ha regresado, pero yo no lo he visto? ¿Cómo puedo dar la bienvenida a Su regreso?” Esta confusión apareció alrededor de mi corazón dejándome desconcertada. Tratando de obtener algo de claridad sobre este tema, comencé a orar y orar al Señor, pidiéndole que me ilumine y me guíe para que pueda dar la bienvenida a Su regreso y no ser abandonada por Él.

 

Después de un período de tiempo, la hermana Gan, a quien no había visto en unos meses, vino a verme; sabía que esto fue arreglado por el Señor. La hermana Gan había estado trabajando para el Señor durante varios años y era una persona reflexiva y perspicaz. Pensé que podría resolverme este problema, así que dije, “Hermana Gan, hay algo en lo que estoy un poco confundida y que me gustaría entender. Está registrado en la Biblia: ‘Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria’ (Lucas 21:27). ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén’ (Apocalipsis 1:7). Dice que cuando el Señor venga, descenderá sobre una nube con gran gloria y poder; aparecerá abiertamente y todos podrán verlo. Por lo tanto, siempre hemos estado esperando a que venga en una nube para llevarnos al cielo. En todo el mundo ahora hay desastres constantes, terremotos, hambrunas y frecuentes brotes de guerras, además de muchos fenómenos celestes. Todas las señales muestran que las profecías del regreso del Señor se han cumplido básicamente, así que ¿por qué es que todavía no lo hemos visto bajar sobre una nube para arrebatarnos? ¿Qué está pasando realmente?”

 

La hermana Gan escuchó lo que tenía que decir, lo pensó un poco y luego dijo: “Esta pregunta tuya es algo que todos los que esperamos dar la bienvenida a la segunda venida del Señor queremos entender. Si queremos dar la bienvenida a Su regreso, primero tenemos que saber cómo vendrá realmente el Señor en los últimos días, ¡esto es crucial! De hecho, hay profecías en la Biblia sobre otra manera en que el Señor vendrá, no sólo viniendo en una nube como usted mencionó. Por ejemplo, está Apocalipsis 16:15: ‘He aquí, vengo como ladrón’. Y en Apocalipsis 3:3 se dice: ‘[…] si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti’. O en Mateo 24:44: ‘Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre’. Estas profecías afirman que vendrá en secreto, como un ladrón, y nadie lo sabrá. Hermana, eche un vistazo a las escrituras, nosotros acabamos de hablar de eso: En algunos lugares se dice que el Señor regresará abiertamente en una nube, en algunos lugares se dice que vendrá en secreto y nadie lo sabrá. ¿Alguna vez hemos pensado en esto? ¿Por qué las profecías sobre el regreso del Señor, dirían cosas diferentes?”

 

No entendí lo que ella dijo, y pensé: “Así es. Apocalipsis 1:7 dice: ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron’; pero Apocalipsis 16:15 dice: ‘He aquí, vengo como ladrón’. ¿Qué significa eso? ¿Cómo vendrá realmente el Señor?”

 

Confundida, le respondí a la hermana Gan: “Algunas de estas profecías dicen que el Señor bajará abiertamente, mientras que otras dicen que vendrá en secreto. Parecen ser contradictorias, pero sé que no hay agujeros en las palabras del Señor y es que no entiendo esto ahora. Por favor, comparta un poco de comunión conmigo en esto”.

 

Sonriendo, la hermana Gan dijo: “El Señor es fiel y estas profecías se cumplirán, llegarán a su fin. Aunque parecen estar en conflicto, no lo están en absoluto. ‘Como ladrón’ dice que el Señor regresará en secreto, y ‘viene con nubes’ se refiere a Él que viene abiertamente. Es decir, cuando regrese, primero vendrá en secreto, y después de eso aparecerá abiertamente”.

 

“Primero en secreto y luego abiertamente!” Exclamé con sorpresa.

 

“Sí, cuando el Señor regrese, primero vendrá en secreto encarnando como el Hijo del hombre, y luego una vez que haya terminado esa obra vendrá en una nube y aparecerá abiertamente a todos los pueblos de todas las naciones”, explicó pacientemente.

 

Le dije con entusiasmo: “¿Así que se encarnará como el Hijo del hombre primero, viniendo en secreto, y luego aparecerá en una nube? Es la primera vez que he oído hablar de eso!

 

La hermana Gan sonrió y dijo: “¡Echemos un vistazo a más versículos de las Escrituras y entonces lo entenderán! El Señor Jesús dijo: ‘Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre’ (Mateo 24:27). ‘Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación’ (Lucas 17:24-25). Estos versículos mencionan ‘el Hijo del hombre’ y ‘la venida del Hijo del hombre’. El ‘Hijo del hombre’ nace de una persona, posee una humanidad normal, y come, usa ropa, vive y actúa como una persona normal; se parece a una persona normal por fuera. Sin embargo, posee una esencia divina, es capaz de expresar la verdad y realizar la obra para salvar a la humanidad. Es igual que el Señor Jesús fue llamado ‘el Hijo del hombre’ porque era el Espíritu de Dios realizado en la carne, y aunque desde el exterior parecía normal, regular, esa carne era Dios en esencia y poseía la divinidad plena. Por eso el Señor Jesús era Cristo, era Dios mismo. Es por lo que el Señor Jesús mencionó ‘el Hijo del hombre’ y ‘La venida del Hijo del hombre’. Todo eso se refería a que Dios regresaba en los últimos días en la carne. La Biblia también dice: ‘Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación’. Todos sabemos que sólo cuando Dios se viste en la carne como el Hijo del hombre y viene entre la humanidad en secreto, la gente no lo reconoce como Dios; toman al Hijo del hombre encarnado como una persona normal, y es por eso por lo que rechazan, calumnian y juzgan a Dios, e incluso se rebelan contra Dios en la carne y se oponen a Él. Es por eso que Dios ‘sufrirá muchas cosas’. Al igual que cuando el Señor Jesús apareció y obró estando en la carne, Él sufrió rechazo, calumnia, burla, blasfemia y condenación de la humanidad y finalmente fue clavado en la cruz. Si el Señor bajara sobre una nube y se apareciera abiertamente a la gente cuando volviera, todos lo verían, temblarían de miedo y se postrarían ante Dios en adoración. Nadie se atrevería a rebelarse ni oponerse a Dios. Entonces, ‘‘Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación’, ¿cómo cumplirse? Así que podemos estar seguros de que el regreso del Señor será primero en secreto, en la carne, y después de eso aparecerá abiertamente en una nube”.

 

Los últimos días están aquí: ¿Estás preparado para conocer a Dios?

Después de escuchar lo que tenía que decir, lo reflexioné en mis adentros. “Así que hay una base bíblica para la afirmación de que cuando el Señor regrese, primero vendrá en secreto, y después de eso aparecerá abiertamente en una nube. ¿Cómo es que he estado leyendo la Biblia todos estos años, pero nunca descubrí que regresaría de dos maneras diferentes? ¡Waw! Pero ¿por qué primero se haría carne y vendría en secreto, y luego aparecería abiertamente? ¿De qué se trata? Tengo que preguntar. Entonces dije: “Hermana Gan, de su comunión he entendido que el regreso del Señor primero será en secreto y luego aparecerá abiertamente, y tomándolo de esta manera, las profecías bíblicas ya no parecen estar en conflicto. Pero realmente no entiendo por qué primero vendría en secreto y luego aparecería abiertamente. ¿Cuál es la voluntad del Señor en esto?”

 

La hermana Gan respondió: “La verdad es que Dios primero se hace carne y realiza Su obra en secreto y luego aparece abiertamente en los últimos días, esto es enteramente lo que se requiere para Su obra, y es algo que nosotros, seres humanos corruptos, también necesitamos. Creemos en el Señor y que hemos sido redimidos por el Señor Jesús; nuestros pecados han sido perdonados. Sin embargo, nuestra naturaleza pecaminosa todavía está profundamente arraigada y no podemos evitar pecar con frecuencia, o incluso hacer cosas para rebelarse contra Dios u oponerse a Él. Es un hecho innegable. Jehová Dios dijo: ‘[…] seréis, pues, santos porque yo soy santo’ (Levítico 11:45). Y en Hebreos 12:14 dice: ‘[…] y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor’. Personas como nosotros que están constantemente pecando y luego confesando son absolutamente indignos de ver el rostro del Señor, y no estamos calificados para entrar en el reino de los cielos. Es por eso que el Señor Jesús pronunció la profecía hace mucho tiempo: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir’ (Juan 16:12-13). ‘El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final’ (Juan 12:48). También está Apocalipsis 2:7: ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios’. Lo que entendí de estas profecías es que cuando el Señor venga en los últimos días, expresará más palabras y hará la obra de juicio que comienza con la casa de Dios. Vendrá a transformar, purificar y salvar a la humanidad y rescatarnos completamente del dominio de Satanás. Su obra de los últimos días también incluirá la separación de las personas de acuerdo con su especie — Revelará a los verdaderos y falsos creyentes, el trigo y la cizaña, las ovejas y las cabras, separando a todos de acuerdo con su especie, y entonces recompensará el bien y castigará el mal. Durante el período de tiempo que Dios está obrando en secreto, aquellos que acepten la obra de juicio de Dios serán arrebatados ante el trono de Dios. Experimentarán el juicio y el castigo de las palabras de Dios y obtendrán un verdadero conocimiento de su propia naturaleza satánica y la raíz de su resistencia a Dios. También llegarán a tener comprensión del carácter justo de Dios que no tolerará ninguna ofensa. Sus caracteres corruptos serán purificados y transformados gradualmente; pisarán el camino de buscar la verdad y ser plenamente salvados por Dios. Sin embargo, aquellos que nunca buscan la aparición de Dios durante Su período realizando Su obra en secreto o incluso rechazan y condenan la obra y las palabras de Dios serán aquellos expuestos como no creyentes, como los malvados en la obra de Dios de los últimos días. Cuando la obra secreta de Dios haya llegado a su fin, lloverá grandes desastres para comenzar a recompensar el bien y castigar el mal, y luego después de estos desastres se aparecerá públicamente a todos los pueblos. Cuando los que rechazaron y se opusieron a Dios ven que el que estaban rechazando y oponiéndose verdaderamente fue el Señor Jesús retornado, llorarán y rechinarán sus dientes. Esto cumple estas palabras del Señor: ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén’ (Apocalipsis 1:7). De esto podemos ver que la obra de Dios está llena de sabiduría, y esto es también una expresión del carácter justo de Dios”.

 

Escuchar esta comunión de la hermana Gan iluminó mi corazón considerablemente; me di cuenta de que así es como se cumplirán las profecías del regreso del Señor. Cuando el Señor regrese, primero se hará carne y vendrá en secreto para expresar la verdad, hacer la obra de juicio y hacer un grupo de vencedores; sólo después de eso se le mostrará abiertamente a la humanidad. Cualquiera que no acepte la obra de Dios durante Su período de obra en secreto, y el que sólo quiera juzgar y condene la obra y las palabras de Dios es alguien que odia la verdad y sólo puede caer en el desastre y ser castigado cuando Dios aparezca abiertamente. Dios también utilizará este método para exponer el trigo y la cizaña, las ovejas y las cabras, los siervos buenos y malos, separando a todas las personas de acuerdo con su especie. ¡Dios es tan sabio, tan todopoderoso! Nunca entendí cómo iba a venir el Señor, pero sólo sabía mirar estúpidamente las nubes en el cielo esperando que el Señor cayera sobre una de ellas. Nunca busqué ni medité en todas las profecías acerca de Su segunda venida, por lo que pasé por alto las profecías acerca de que el que venía en secreto. ¡Eso fue tan peligroso! ¡Si hubiera seguido esperando así no sólo habría sido incapaz de acoger al Señor, sino que habría perdido mi oportunidad de ser completamente salvo por Dios y entrar en el reino de los cielos! Esto me hizo sentir un poco ansiosa, así que me apresuré a preguntar: “Hermana Gan, entonces, ¿qué debemos hacer para encontrar la obra del Señor cuando venga en secreto, y dar la bienvenida a Su regreso?”

 

Ella sonrió y dijo: “Acabamos de ver lo que se profetiza en la Biblia que cuando el Señor regrese en los últimos días pronunciará más palabras y hará la obra de juzgar y limpiar a la humanidad. Así que la clave para dar la bienvenida a Su segunda venida es aceptar Sus palabras de los últimos días y mantenerse al día con la nueva obra de Dios. El Señor Jesús dijo: ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo»’ (Mateo 25:6). ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen’ (Juan 10:27). Las ovejas de Dios son capaces de escuchar la voz de Dios; todos aquellos que escuchen las declaraciones de Dios y de ellos sean capaces de reconocer Su voz podrán acoger la aparición del Señor. Es como los discípulos del Señor Jesús, Pedro, Juan, Mateo y los demás. Cuando escucharon los sermones del Señor Jesús sobre el evangelio del reino de los cielos, pudieron determinar de Su obra y palabras que era el Mesías que habían esperado, y así lo siguieron sin vacilar. Eran vírgenes sabias. Si queremos dar la bienvenida a la segunda venida del Señor, también tenemos que ser vírgenes sabias, centrándonos en escuchar Su voz. Si escuchamos a alguien decir que el Señor ya ha regresado, que ha pronunciado nuevas palabras y está haciendo la obra de juzgar y purificar a la humanidad, no podemos perder tiempo en examinarla. Mientras podamos confirmar que es obra y palabras de Dios, debemos aceptarla y someternos a ella. De esa manera podremos acoger el regreso del Señor y asistir a la fiesta con Él”.

 

Al escuchar la comunión de la hermana Gan, respondí con entusiasmo: “¡Gracias al Señor! Ahora sé que la clave para acoger la segunda venida del Señor está en ser una virgen sabia y tener cuidado de escuchar la voz de Dios. Mientras pueda confirmar que Dios pronuncia palabras, debo apresurarme a aceptar esto, esa es la única manera de dar la bienvenida a Su regreso. Hermana Gan, sólo han pasado unos meses desde que la vi. ¿Cómo has llegado a entender tanto rápidamente?”

 

Ella dijo felizmente: “¡Gracias al Señor! Todo lo que he hablado hoy sólo lo llegué a entender después de leer un libro determinado. Traje una copia conmigo hoy. ¿Qué tal si lo echamos un vistazo juntos?”

 

Emocionada, asentí y dije: “¡Maravilloso!”

 

(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)

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