De hecho, todas las palabras habladas por Dios están claramente marcadas en la Biblia. Las palabras que Jehová Dios ha iluminado a los profetas están siempre marcadas con "Así dice el Señor de los ejércitos", "Así dijo el Señor", etc. Por ejemplo, Ezequiel 34:11: "Porque así dice el Señor Dios: He aquí, yo mismo buscaré mis ovejas y velaré por ellas". e Isaías 1: 2-3: "Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el Señor habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí. El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento". Estos muestran que los profetas transmitían las palabras de Dios y se hacían eco de las palabras que Dios había dicho personalmente. Las palabras del Señor Jesús están marcadas con "Jesús les dijo", "Jesús respondió y les dijo" y "Jesús dijo"; o las Escrituras nos dicen claramente que estas son las palabras que habló el Señor Jesús, como Mateo 4:19: "Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres". Mateo 5: 1-4: "Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados". y Mateo 18:22: "Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". Las palabras de Dios en Apocalipsis son también claramente marcadas con "dijo el Señor", "Y el que estaba sentado en el trono dijo", y así sucesivamente. Por ejemplo, Apocalipsis 1: 8: "Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso". y Apocalipsis 21: 5: "Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y añadió: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas".
De estas escrituras podemos ver que en la Biblia solo las palabras de Jehová Dios, las palabras que Jehová habló a los profetas, las palabras dichas por el Señor Jesús mismo y las palabras que Dios reveló a Juan son las palabras de Dios; aparte de estas palabras, otras palabras son algunos hechos históricos o experiencias y conocimientos personales del hombre escritos por más de cuarenta autores. Aunque la mayoría de sus experiencias personales y conocimiento provienen de la iluminación del Espíritu Santo, no pueden equipararse a las palabras de Dios. Al igual que en el Antiguo Testamento, lo que la mayoría de las Escrituras documentan son algunos hechos históricos que Dios sí obró en la Era de la Ley; además, hay algunas palabras de Satanás, las palabras del asno, etc. En el Nuevo Testamento, aparte de las palabras de Dios citadas por varios autores, las palabras restantes son conocimiento, ideas y entendimientos del hombre, tales como las cartas de Pedro, Pablo y Timoteo. Sus letras solo representaban el trabajo del hombre y sus propias experiencias y conocimiento. Ellos escribieron para y ayudar y alentar a los hermanos y hermanas en las iglesias, lo cual no era lo que el Señor había dicho, sino estaba completamente fuera de la carga de la comisión del Señor. Además, nunca dijeron que sus palabras eran palabras de Dios y al comienzo de sus letras marcaron claramente su propio nombre. Esto es un hecho.
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