Dios Todopoderoso dice: “Las declaraciones y la obra de Jesús en esa época no estaban sujetas a la doctrina, y Él no llevó a cabo Su obra de acuerdo a la obra de la ley del Antiguo Testamento”.
Al leer las palabras de Dios Todopoderoso y escuchar el testimonio de los predicadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso, Li Qingxin y los demás aprenden a discernir los rumores y falacias del pastor y el anciano.
Dice el capítulo 37, versículos 5-6 del Libro de Ezequiel: “Así ha dicho el Señor Jehová á estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré nervios sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová”.
“Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy lejos de mí. Mas en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres” (Mateo 15:8-9).
Las cosas registradas en el Antiguo Testamento son la obra de Jehová en Israel, y lo registrado en el Nuevo es la obra de Jesús durante la Era de la Gracia; documentan la obra realizada por Dios en dos eras distintas. El Antiguo Testamento documenta la obra de Dios durante la Era de la Ley, y por tanto el Antiguo Testamento es un libro histórico, mientras el Nuevo es el producto de la Era de la Gracia. Cuando comenzó la nueva obra, estos libros quedaron obsoletos.
No todo en la Biblia es un registro de las palabras habladas personalmente por Dios. La Biblia simplemente documenta las dos etapas anteriores de la obra de Dios, de las cuales una parte es un registro de las predicciones de los profetas y, otra, las experiencias y el conocimiento escritos por personas usadas por Dios a lo largo de las eras. Las experiencias humanas están contaminadas con opiniones y conocimiento humanos, y esto es algo inevitable.
Durante muchos años, la forma de creencia tradicional de las personas (la del cristianismo, una de las tres religiones principales del mundo) ha sido leer la Biblia; apartarse de la Biblia no es una creencia en el Señor, es heterodoxia y herejía, e incluso cuando las personas leen otros libros, el fundamento de estos debe ser la explicación de la Biblia.