En una reunión, la hermana Bella preguntó: ¿Por qué debemos orar? ¿Cuál es el significado de la oración? Y ¿cómo orar para que sea eficaz?
El hermano José respondió: Tal vez muchos hermanos y hermanas que acaban de creer en Dios tienen las mismas dudas que tú. Pues hoy vamos a comunicar sobre ellas.
De hecho, la oración es una manera para invocar al Señor y establecer una relación normal con Él, aún más es un aspecto de la verdad que debemos practicar cada día.
Dios dice: “Después de que creara a los hombres y les diera espíritus, Dios les ordenó que si no lo invocaban, no serían capaces de conectar con Su Espíritu y, por tanto, la ‘estación satélite’ del cielo no se recibiría en la tierra. Cuando Dios ya no está en el espíritu de las personas hay un sitio libre para otras cosas, y así es como Satanás aprovecha la oportunidad de entrar. Cuando las personas contactan a Dios con el corazón, Satanás entra inmediatamente en pánico y se apresura a escapar. A través del clamor de la humanidad, Dios les da a las personas lo que necesitan, pero Él no ‘reside’ en ellas al principio. Él les brinda ayuda de continuo a causa de su clamor, y las personas obtienen resistencia de esa fuerza interna de forma que Satanás no se atreve a venir aquí a ‘jugar’ como se le antoje. De este modo, si las personas conectan continuamente con el Espíritu de Dios, Satanás no se atreve a venir a interrumpir”.
De “La Palabra manifestada en carne”
De la Palabra de Dios vemos que Él dio espíritu al hombre cuando los creó, y con que le hace oraciones a Dios, será capaz de conectar con el Espíritu de Dios. En otras palabras, Dios nos protege a través de nuestras oraciones, y ellas nos hacen vivir ante Él y bajo Su guía en todo el momento y tener una relación normal con Él.
La hermana Bella añadió: Ah, ahora entiendo que sin la oración, romperemos nuestra relación con Dios, nuestro corazón es fácil alejarse de Él y vivir en el disfrute carnal sin Su dirección y fácilmente caeremos en las tentaciones y las redes de Satanás sin camino accesible. Siendo así, Satanás y espíritus malvados nos ocuparán el corazón en cualquier momento, y al mismo tiempo, perderemos la obra del Espíritu Santo y sin capaces de ver las obras de Dios. Por el contrario, si lo oramos con frecuencia, podremos mantener una relación normal con Él.
A través de la conversación del hermano y hermana, esperamos que todos hayan podido entender por qué debemos orar.