Cuando se reciben el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo en oración, se debe dar gracias y alabar a Dios. Al disfrutar de la obra del Espíritu Santo, es preciso postrarse a adorar a Dios.
La Palabra de Dios dice: [...] algunas personas adoptan la posición errónea cuando oran, e independientemente de que se conforme o no a la voluntad de Dios, le exigen recibir lo que piden. Como resultado, cuanto más oran más insulsos se vuelven. Cuando oras, independientemente de lo que pida, desee y exija tu corazón, o cuando deseas ocuparte de algunos asuntos que no entiendes del todo y le pides a Dios sabiduría, fuerza o esclarecimiento, debes ser razonable en tu forma de hablar.
¿Qué es la verdadera oración? Es decirle a Dios lo que hay en tu corazón, tener comunión con Dios al comprender Su voluntad, comunicarse con Dios a través de Sus palabras, sentirte especialmente cerca de Dios, sentir que Él está delante de ti y creer que tienes algo que decirle.
Dios dice: “En la oración le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Dios te pueda tocar. Si las oraciones han de ser efectivas, entonces se deben basar en la lectura de las palabras de Dios. Sólo orando en medio de las palabras de Dios se podrá recibir más esclarecimiento e iluminación.
De la Palabra de Dios vemos que Él dio espíritu al hombre cuando los creó, y con que le hace oraciones a Dios, será capaz de conectar con el Espíritu de Dios. En otras palabras, Dios nos protege a través de nuestras oraciones, y ellas nos hacen vivir ante Él y bajo Su guía en todo el momento y tener una relación normal con Él.