¿Cómo podemos evitar ser una virgen insensata que sea abandonada y eliminada?
Hace dos mil años, los judíos perdieron la salvación del Señor y fueron abandonados por Él debido a que escuchaban los rumores y mentiras de los líderes religiosos y de los fariseos. Justo como la Biblia dice: “Mas los necios por falta de entendimiento mueren” (Proverbios 10:21). Ahora estamos en el final de los últimos días, el momento clave del regreso del Señor. El Señor Jesús dijo: “Y á la media noche fué oído un clamor: He aquí, el esposo viene; salid á recibirle” (Mateo 25:6). Cuando escuchemos a alguien dar testimonio de la venida del Señor, si no nos atrevemos a buscar ni a investigar y nuestro corazón no tiene sed para estudiarlo como los judíos, aunque escuchemos la voz de Dios, con seguridad perderemos la oportunidad de recibir el retorno del Señor y seremos incapaces de asistir al banquete con Él por no estar atentos a examinar y distinguir Su voz.
El Señor Jesús dijo: “De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no miraréis. Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane” (Mateo 13:14-15).
Dios dice: “‘El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’. ¿Habéis oído ahora las palabras del Espíritu Santo? Las palabras de Dios han venido sobre vosotros. ¿Las oís? Dios realiza la obra de la palabra en los últimos días y tales palabras son las del Espíritu Santo, porque Dios es el Espíritu Santo y también puede hacerse carne; por tanto, las palabras del Espíritu Santo, tal como se hablaron en el pasado, son las palabras del Dios encarnado hoy. Hay muchos hombres absurdos que creen que las palabras del Espíritu Santo deberían descender de los cielos a los oídos del hombre. Cualquiera que piense de esta forma no conoce la obra de Dios. […] Los que rechazan a Dios hecho carne son los que no conocen el Espíritu ni los principios por los que Dios obra. Los que creen que ahora es la era del Espíritu Santo, pero no aceptan Su nueva obra, son aquellos que viven en una fe vaga. Ese tipo de hombres nunca recibirá la obra del Espíritu Santo. Los que sólo desean que el Espíritu Santo hable y realice Su obra directamente, pero no aceptan las palabras o la obra del Dios encarnado, ¡nunca serán capaces de entrar en la nueva era ni de recibir la salvación completa de Dios!”.De “La Palabra manifestada en carne”
La razón principal por la que las vírgenes prudentes pueden escuchar la voz del Señor es porque ellas aman y buscan la verdad y anhelan la aparición de Dios, por eso, en cuanto al regreso del Señor, podrán buscar e investigar y tienen la capacidad de distinguir Su voz. Por el contrario, las vírgenes necias no aman la verdad, ni buscan ni investigan noticias sobre la venida del Señor, sólo se aferran a las reglas muertas. Algunos de ellas insisten en la doctrina de que no podrá ser el Señor cualquier que no descienda sobre una nube, siendo así, no lo aceptan ni examinan. Algunos escuchan en absoluto las palabras del hombre, ellos creen en el Señor sólo de nombre y en realidad siguen y obedecen a sus pastores y ancianos, no examinan el camino verdadero ni son capaces de discernir la voz del Señor. Y otros son aún más ignorantes que ellos, por temor a la aparición de falsos Cristos, no solo no buscan, no investigan, e incluso lo condenan. ¿No están dejando de comer solo por temor a atragantarse? Todos estos son las manifestaciones de las vírgenes insensatas.
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