Devocional diario｜Si queremos obtener bendiciones de Dios, deberíamos practicar así…
La bendición de Dios es algo deseada por cada uno de los creyentes. Ya que la cual representa la aprobación y el elogio de Dios. Pues ¿cómo podemos obtenerla? Noé era el que ganó la bendición de Dios, y ¿qué iluminación podemos lograr a través de su comportamiento?
La Biblia dice: “Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra. Hazte un arca de madera de ciprés; harás el arca con compartimientos, y la calafatearás por dentro y por fuera con brea. […] Y así lo hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así hizo” (Génesis 6:12-14, 22).
De los versículos que leemos podemos ver que antes de la diluvio, Dios mandó a Noé a construir un arca y le dijo cómo hacerlo, Noé hizo lo que Dios le pidió. Cuando llegó el diluvio, Noé y los siete miembros de su familia entraron en el arca y al final sobrevivieron, viviendo en la bendición de Dios disfrutando de Su gracia.
Dios dice: “Cuando él hizo lo que Dios le ordenó no conocía Sus intenciones. No sabía lo que Él quería llevar a cabo. Dios sólo le había dado un mandato, le había ordenado hacer algo, pero sin proporcionarle demasiada explicación, y él siguió adelante y lo hizo. No intentó descifrar en privado los propósitos de Dios ni se resistió a Él, ni tuvo doblez de corazón. Sólo fue y actuó en consecuencia, con un corazón puro y simple. Hizo todo lo que Dios le permitió hacer; obedecerle y escucharle fueron sus convicciones para hacer cosas. Así fue como lidió de forma directa y simple con lo que Dios le encargó. Su esencia, la esencia de sus acciones, fue la obediencia, no cuestionar, no resistirse y, además, no pensar en sus propios intereses personales ni en sus ganancias y pérdidas. Además, cuando Dios dijo que destruiría el mundo con un diluvio, no preguntó cuándo lo haría ni trató de llegar al fondo de ello, y desde luego no le preguntó cómo lo iba a hacer. Simplemente hizo lo que Dios ordenó. Comoquiera que Dios quisiera hacerlo y con el medio que deseara, él siguió al pie de la letra lo que Dios le pidió y, de inmediato, emprendió acción”.
“A Él no le importa si una persona es grande o insignificante, mientras pueda escucharle, obedecer Sus instrucciones y lo que Él encarga, y pueda cooperar con Su obra, Su voluntad y Su plan, de forma que Su voluntad y Su plan puedan cumplirse sin problemas. Esa conducta es digna de Su conmemoración y digna de recibir Su bendición. Dios valora a esas personas, y aprecia sus acciones, así como su amor y su afecto por Él. Esta es la actitud de Dios”.Extracto de “La Palabra manifestada en carne”.
A partir de las palabras de Dios vemos que cuando la comisión de Dios llegó a Noé, él no había visto cómo era el arca tampoco preguntó a Dios porque le pidió a hacerlo, su única actitud fue escucharlo y obedecerlo haciendo lo que Él pido, tratando Su comisión como su propia responsabilidad y su deber. Esto fue su motivo de ser capaz de recibir la bendición de Dios.
Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.
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