Himno cristiano | Ofrecemos a Dios el sacrificio más valioso
I
Luego de años de adversidades, castigado y refinado,
al fin el hombre se ha curtido;
la gloria y el romance ya perdidos.
Ahora él entiende la verdad de ser un hombre y la devoción de Dios.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
II
Él odia su maldad, odia su salvajismo
e ideas erróneas, y exigencias a Dios.
Él no puede revertir el tiempo, cambiar sus remordimientos.
Pero el amor y la palabra de Dios le dan una nueva vida.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
III
Día a día, el hombre cura sus heridas y recobra su fuerza.
Está de pie, mirando el rostro del Todopoderoso,
sólo para descubrir que Dios siempre ha estado aquí,
Su sonrisa y Su amor son aún tan hermosos.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
IV
Su corazón se preocupa por el hombre;
Sus manos, cálidas y fuertes, como siempre lo han sido desde el principio.
Es como si el hombre regresara al Jardín del Edén.
Él rechaza a la serpiente y acude a Jehová.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
Y por eso ofrece el más precioso sacrificio a su Dios, que le sonríe.
¡Oh mi Señor! ¡Dios mío!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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