Bienaventurados son los que pueden obedecer las actuales declaraciones del Espíritu Santo. No importa cómo solían ser, o cómo el Espíritu Santo solía obrar dentro de ellos. Bendecidos son los que han obtenido la última obra, y hoy, los que no la han podido seguir son eliminados. Dios quiere a los que pueden aceptar la nueva luz, y a los que aceptan y conocen Su última obra. ¿Por qué debéis ser una virgen casta? Una virgen casta puede buscar la obra del Espíritu Santo, y entender las cosas nuevas, y desechar las antiguas concepciones, y obedecer hoy la obra de Dios. A estas personas que aceptan la nueva obra de la actualidad, Dios las eligió cuando el mundo empezó, y son las más bendecidas. Vosotros oís Su voz y contempláis Su aparición, así que, en todos los tiempos, y en todo el cielo y la tierra, nadie ha sido más bendecido que vosotros. De "La Palabra Manifestada En Carne"
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