Devocional diario｜¿Cómo llamará el Señor a nuestra puerta cuando venga?
El Señor Jesús dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). La Palabra de Señor nos dice claramente que Él llamará a nuestra puerta cuando venga. Pues ¿cómo?
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Recordando hace dos mil años, Pedro, Juan, Santiago, la mujer samaritana y Natanael, etc reconocieron que el Señor Jesús era el Mesías porque veía que Sus palabras tenían la autoridad y el poder y nadie eran capaces de decirlas y Él podía proveer al hombre la verdad y la vida, y siendo así, siguieron Sus huellas y obtuvieron Su salvación. De lo contrario, los fariseos y el pueblo judío también habían escuchado Sus palabras, pero se aferraron obstinadamente a las letras de las profecías del Antiguo Testamento, no admitieron que Él era el Mesías prometido, se resistieron y condenaron a Él según sus conceptos. Finalmente, no solo perdieron la salvación del Señor Jesús, también recibieron el castigo y maldición de Dios. A partir de aquí, podemos ver que con que nos enfoquemos en la voz de Dios, podremos recibir la venida del Señor.
El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad […]” (Juan 16:12-13).
Dios dice: “‘El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’. ¿Habéis oído ahora las palabras del Espíritu Santo? Las palabras de Dios han venido sobre vosotros. ¿Las oís? Dios realiza la obra de la palabra en los últimos días y tales palabras son las del Espíritu Santo, porque Dios es el Espíritu Santo y también puede hacerse carne; por tanto, las palabras del Espíritu Santo, tal como se hablaron en el pasado, son las palabras del Dios encarnado hoy. Hay muchos hombres absurdos que creen que las palabras del Espíritu Santo deberían descender de los cielos a los oídos del hombre. Cualquiera que piense de esta forma no conoce la obra de Dios. En verdad, las declaraciones habladas por el Espíritu Santo son las habladas por Dios hecho carne. El Espíritu Santo no puede hablar directamente al hombre, y Jehová tampoco habló directamente a todo el pueblo, ni siquiera en la Era de la Ley. ¿Acaso no sería bastante menos probable que lo hiciera en esta era actual? Para que Dios haga declaraciones para llevar a cabo la obra, Él debe hacerse carne, o de lo contrario Su obra no conseguirá Su objetivo”.De “La Palabra manifestada en carne”
De las palabras de Dios vemos que en los últimos días el Señor Jesús aún se hará carne para expresar todas las verdades de la salvación de la humanidad realizando Su nueva obra. Solo buscando a estar atento a la voz de Dios siguiendo Sus huellas, seremos capaces de recibirlo.
Durante este periodo, el Señor seguramente dejará cada uno que tiene sed y hambre de Él que escuche Su voz. Pero la sabiduría del Señor es insondable para nosotros los seres humanos, y la manera de Su llamamiento no estará de acuerdo con nuestras nociones e ideas. Es muy posible que use un grupo de personas para decirnos, justo como el Señor Jesús dijo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). Cuando el Señor venga a expresar Sus palabras y llevar a cabo Su obra, habrá alguien que nos dará testimonio de Su regreso. Tal vez lo difundan por medio del Internet, TV, Radio, Facebook u otros maneras permitiéndonos oír la voz de Dios y ver las declaraciones del Espíritu Santo. No obstante, independientemente de métodos que emplee, tenemos que buscar con humildad e investigar con atención en vez de comportarnos como los fariseos que juzgaron y se resistieron a Él basando nuestras nociones e imaginaciones. Mientras que tengamos un corazón de anhelar y buscar la verdad, Dios nos abrirá los ojos espirituales con seguridad y nos hará reconocer la voz del Señor para que seamos capaces de ser arrebatados ante Su trono y asistir al banquete del Cordero.
Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.
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