De la Biblia podemos ver que los fariseos estaban familiarizados con las escrituras y anhelaban que el Salvador Mesía viniera. Cuando el Señor Jesús se apareció y llevó a cabo Su obra, bien sabían que Sus palabras tenían la autoridad y el poder y eran beneficios para el hombre, pero no sólo no las aceptaron, y se resistieron locamente y condenaron a Él, ¿por qué?
Dios Todopoderoso dice: “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que este vendría, pero no buscaban la verdad de la vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús, porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendieron al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de pagar un tributo vacío al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios es: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que seas llamado el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas?”
A partir de estas palabras podemos ver que la razón de que los fariseos se opusieron al Señor principalmente fue que no buscaron la vida de la verdad, sólo se aferraron a las letras de los versículos bíblicos de la venida de Mesía y estaban llenos de imaginaciones sobre el asunto de Su regreso. Cuando la aparición y la obra del Señor Jesús no estuvieron en línea con sus nociones e imaginaciones, no las dejaron para buscar e investigar con humildad; al contrario, se opusieron a Él y lo condenaron. El fracaso de los fariseos nos hace pensar en el asunto de recibir la venida del Señor. Acerca de esto, no podemos determinar la obra de Dios según nuestras ideas, sino que debemos ser una persona como Pedro y Juan que se enfocaban en escuchar la voz de Dios y buscar e investigar con humildad, de esta manera podremos dar la bienvenida al regreso del Señor.
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