Todos estáis en medio de las pruebas y el refinamiento. ¿Cómo deberíais amar a Dios durante el refinamiento? Después de haberlo experimentado, las personas pueden ofrecer una verdadera alabanza a Dios, y en medio del refinamiento pueden ver lo mucho que les falta. Mientras mayor sea tu refinamiento, más podrás renunciar a la carne; entre mayor sea el refinamiento de las personas, mayor será su amor por Dios. Esto es lo que vosotros debéis entender. ¿Por qué las personas deben ser refinadas? ¿Qué efecto se aspira lograr? ¿Cuál es el significado de la obra de refinamiento que Dios hace en el hombre? Si tú verdaderamente buscas a Dios, entonces después de haber experimentado Su refinamiento hasta cierto punto vas a sentir que es extremadamente bueno y sumamente necesario. ¿Cómo debe el hombre amar a Dios durante el refinamiento? Usando la determinación de amar a Dios para aceptar Su refinamiento: Durante el refinamiento, en tu interior estás atormentado, como si a un cuchillo le estuvieran dando vueltas en tu corazón, sin embargo, estás dispuesto a satisfacer a Dios usando tu corazón que lo ama, y no estás dispuesto a preocuparte por la carne. Esto es lo que significa practicar el amor por Dios. Te duele por dentro y tu sufrimiento ha alcanzado cierto punto, sin embargo todavía estás dispuesto a presentarte delante de Dios y orar diciendo, “¡Oh Dios! No te puedo dejar. Aunque en mi interior hay oscuridad, quiero satisfacerte; Tú conoces mi corazón y me gustaría que forjaras más de Tu amor en mí”. Esta es la práctica durante el refinamiento. Si usas el amor por Dios como el fundamento, el refinamiento te puede llevar más cerca de Dios y puede hacer que tengas más intimidad con Dios. Como crees en Dios, debes entregar tu corazón delante de Dios. Si ofreces y pones tu corazón delante de Dios, entonces durante el refinamiento va a ser imposible que niegues a Dios o que dejes a Dios. De esta manera tu relación con Dios se hará todavía más cercana y más normal y tu comunión con Dios se hará aún más frecuente. Si siempre practicas de esta manera, entonces vas a pasar más tiempo a la luz de Dios y más tiempo bajo la guía de Sus palabras. También habrá más y más cambios en tu carácter y tu conocimiento aumentará día tras día. Cuando el día venga en que las pruebas de Dios de repente caigan sobre ti, no sólo podrás permanecer al lado de Dios sino que también podrás dar testimonio de Dios. En ese momento vas a ser como Job, y como Pedro. Después de haber dado testimonio de Dios, en verdad lo vas a amar y con gusto vas a dar tu vida por Él; vas a ser testigo de Dios y alguien a quien Dios ama. El amor que ha experimentado el refinamiento es fuerte, no débil. Independientemente de cuándo o cómo Dios te someta a Sus pruebas, puedes dejar tu preocupación por si vives o mueres, con gusto desechas todo por Dios y todo lo aguantas contento por Dios, de esta manera tu amor será puro y tu fe real. Sólo entonces serás alguien a quien Dios verdaderamente ama y a quien Dios verdaderamente ha perfeccionado.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
ENTREGA TU CORAZÓN ANTE DIOS SI CREES EN ÉL
Si tú crees en Dios, ante Él entrega tu corazón. Entrégate a Él y al ser refinado, no lo negarás, a Dios no soltarás. Tu relación con Dios se hará más normal. Tu comunión con Dios será frecuente y más cercana.
Ⅰ
Si lo haces de esta forma, vivirás más a la luz de Dios, Sus palabras te guiarán, tu carácter cambiará. Y tu conocimiento aumentará cada día más. Cuando llegue el día de afrontar las pruebas de Dios, Tú estarás junto a Él y darás testimonio de Él. Serás como fue Pedro y como fue Job. Si tú crees en Dios, ante Él entrega tu corazón. Entrégate a Él y al ser refinado, no lo negarás, a Dios no soltarás. Tu relación con Dios se hará más normal. Tu comunión con Dios será más frecuente y más cercana.
Ⅱ
Después de dar testimonio de Dios, en verdad lo vas a amar. Por Él podrás dar, dar la vida, de Dios testigo serás. Serás totalmente amado, aquel que es amado por Dios. Si tú crees en Dios, ante Él entrega tu corazón. Entrégate a Él y al ser refinado, no lo negarás, a Dios no soltarás. Tu relación con Dios se hará más normal. Tu comunión con Dios será más frecuente y más cercana.
Ⅲ
El amor que ha sido refinado es fuerte y no es fragil. No importa cuándo y cómo Dios te someta a Sus pruebas, no te preocupará si vives o si mueres. Por Dios, con gusto todo dejarás; feliz, soportarás todo por Él. Así tu amor es puro, tu fe real, y Dios te amará. Sólo entonces podrás ser alguien perfeccionado por Dios. Si tú crees en Dios, ante Él entrega tu corazón. Entrégate a Él y al ser refinado, no lo negarás, a Dios no soltarás. Tu relación con Dios se hará más normal. Tu comunión con Dios será más frecuente y más cercana.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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