Hay antiguas profecías en la Biblia sobre el camino para dejar de pecar y entrar en el reino de Dios. Echemos un vistazo y veamos qué dice la Biblia: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan” (Hebreos 9:28). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, […] y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre” (Juan 5:22-27). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). Y 1 Pedro 4:17 dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]”. Y también Juan 17:17 dice: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.
Podemos ver en estos versículos que cuando el Señor regrese en los últimos días, se hará carne de nuevo para expresar la verdad y realizar la obra del juicio comenzando por la casa de Dios. Con la verdad, Él juzgará y purificará a todos los que se presenten ante Él de una vez por todas, y purificará a estas personas de sus pecados y los hará aptos para entrar en el reino de Dios: esta es la salvación en los últimos días que Dios ha preparado para nosotros. Solo aceptando la salvación de Dios en los últimos días y sometiendonos a Su juicio podemos ser salvados para siempre y ser purificados por Dios.
En los últimos años, de todas las grandes plataformas online, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso ha testificado constantemente que el Señor Jesús ha vuelto como el Dios Todopoderoso encarnado. Dios Todopoderoso ha expresado todas las verdades que pueden permitirnos alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos, y está llevando a cabo la obra de juicio comenzando por la casa de Dios para purificarnos y salvarnos. Este es el cumplimiento preciso de las profecías citadas anteriormente que mencionan al Hijo del hombre viniendo a hacer la obra del juicio y usando la palabra de los últimos días para juzgar al hombre. Leyendo las palabras de Dios Todopoderoso, aprendemos cómo el Señor realizará la obra del juicio que nos permitirá alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos cuando regrese. Dios Todopoderoso dice: “En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios”. “Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios. Toda la obra realizada este día es con el fin de que el hombre pueda ser purificado y cambiado; por medio del juicio y el castigo por la palabra, así como del refinamiento, el hombre puede desechar su corrupción y ser hecho puro”.
Podemos ver de estas palabras que la obra de juicio que Dios Todopoderoso hace para purificar y salvar al hombre en los últimos días se logra principalmente a través de la expresión de varios aspectos de la verdad. En los últimos días, Dios expresa verdades dirigidas a nuestros estados corruptos y a las formas en que nos comportamos mientras vivimos en pecado. Yendo directo al corazón del asunto, Él expone nuestra sustancia corrupta y nuestras naturalezas satánicas opuestas a Dios, naturalezas como la arrogancia, el engreimiento, el egoísmo, la ignorancia, la torpeza, el engaño, el estar hartos de la verdad y el traicionar a Dios, etc. Al hacerlo, nos permite entender todos los comportamientos pecaminosos que manifestamos mientras estamos bajo el control de nuestras naturalezas satánicas, y ver que todavía somos capaces de resistir involuntariamente a Dios y que no estamos viviendo ninguna semejanza de un ser humano. Al mismo tiempo, Dios arreglará todo tipo de situaciones para tratar de refinarnos, para tratar con nosotros y podarnos. Por ejemplo, cuando somos arrogantes y engreídos, cuando nos aferramos a nuestras propias opiniones y nos negamos a escuchar las sugerencias de los demás, e incluso perdemos los estribos cuando otras personas no hacen lo que queremos, Dios inspirará a los hermanos y hermanas a tratar con nosotros y podarnos y utilizar las palabras de Dios para revelar nuestras corrupciones, para que podamos entender cosas como lo que sucederá si seguimos así, y para que podamos reflexionar y llegar a conocernos a nosotros mismos. Si aún no enmendamos nuestros caminos, Dios arreglará algunas situaciones para bloquear nuestro camino y hacer que nuestros espíritus se vuelvan oscuros. En momentos como estos, nos presentamos ante Dios para orar y buscar y entonces somos capaces de entender que estamos viviendo por nuestra naturaleza arrogante y engreída, que estamos tomando lo que nosotros mismos pensamos que es la verdad, y que estamos haciendo que los demás nos obedezcan y se sometan a nosotros. Llegamos a entender que esta es la naturaleza del arcángel y que si no cambiamos ciertamente seremos eliminados por Dios. Cuando llegamos a este entendimiento, sentimos que estamos siendo refinados en nuestro interior y percibimos profundamente que el carácter de Dios no tolera ninguna ofensa. Entonces empezamos a postrarnos en el suelo, orando y arrepintiéndonos ante Dios, sintiéndonos indignos de vivir ante Dios, odiándonos a nosotros mismos, y resolviendo abandonar nuestros caracteres corruptos. Cuando queremos practicar la verdad e ir en busca del camino del cambio, Dios nos ilumina y nos guía para entender de Sus palabras lo que requiere, y nos muestra el camino de la práctica. También nos hace entender que Él organiza las situaciones para nosotros con el fin de purificarnos y cambiarnos y detrás de todo esto está la buena voluntad de Dios. Esto nos permite sentir Su amor y belleza, y tenemos más confianza para buscar la verdad, buscar el cambio en nuestros caracteres, librarnos de la corrupción, vivir una semejanza humana y consolar el corazón de Dios. Al pasar por muchas situaciones en las que fallamos y caemos, en las que somos podados y tratados, probados y refinados, cuando hemos leído muchas de las palabras de juicio de Dios y cuando hemos comprendido mucho más acerca de los requerimientos de Dios, nuestros caracteres corruptos pueden entonces, ser gradualmente reemplazados por la verdad, un corazón temeroso de Dios se levanta dentro de nosotros en nuestros deberes y comenzamos a buscar los principios de la verdad. Cuando nos encontramos con problemas, somos capaces de discutirlos con los hermanos y hermanas y no nos apresuramos a tomar decisiones con cosas que no entendemos. En su lugar, nos presentamos ante Dios para orar y buscar muchas veces, hacemos nuestro mejor esfuerzo para cumplir con nuestros deberes de acuerdo con la voluntad y los requerimientos de Dios y lentamente comenzamos a vivir una semejanza humana. Estos son los efectos logrados en nosotros por la obra de juicio de Dios en los últimos días. Aunque esta forma de trabajar puede ser severa y puede causar angustia a las personas, puede permitirnos ver nuestra esencia corrupta y despreciable y apreciar la salvación y la misericordia de Dios. De este modo se estimula nuestra resolución de buscar la verdad y sólo experimentando la obra de juicio de Dios de esta manera podremos desechar nuestros caracteres corruptos, vivir una verdadera semejanza humana, convertirnos en personas que verdaderamente reverencien y obedezcan a Dios, hagan la voluntad de Dios y alcancen la salvación de Dios de una vez por todas. Tales resultados no pueden lograrse simplemente confiando en nosotros mismos. Sólo experimentando la obra del juicio de Dios en los últimos días podemos ser limpiados y convertirnos en personas que hacen la voluntad de Dios; éste es el único camino hacia el reino de los cielos.
Si no experimentamos la obra de juicio de Dios en los últimos días, entonces no importa cuánto leamos la Biblia, ejerzamos autocontrol, suframos o paguemos un precio, nunca podremos librarnos de nuestros pecados. Seguiremos siendo siervos del pecado, personas que se resiste al Señor y sólo terminaremos siendo arrastrados por los desastres y castigados por Dios. Cuando llegue ese momento, estas profecías de la Biblia se cumplirán: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén” (Apocalipsis 1:7). “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).
Alguien que ha esperado que el Señor venga con las nubes debería estar alegre, entonces, ¿por qué se lamentarán? Será porque durante el período en el que Dios se hace carne en secreto y realiza Su obra de juicio, nos aferramos a nuestras diversas nociones e imaginaciones y nos negamos a aceptar la obra de purificación y salvación traída por el Cristo de los últimos días, y porque algunos de nosotros incluso blasfemamos, condenamos y resistimos al Cristo de los últimos días. Después de que Dios haya formado un grupo de vencedores, Él cerrará Su obra secreta de purificación y salvación del hombre y se mostrará abiertamente al hombre. Cuando eso suceda, todos los que se negaron a aceptar la obra del juicio en los últimos días habrán perdido la oportunidad de que sus pecados sean limpiados. No sólo no se convertirán en vencedores antes de la gran tribulación, sino que estarán completamente llenos de pecado, serán los que se resistan al Señor y al final encontrarán su fin con mucho llanto y crujir de dientes. Como dicen las palabras de Dios Todopoderoso: “El Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida y nunca podrán obtener el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años en vez del agua de vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno”.
Ahora que nos enfrentamos al evangelio del regreso del Señor, ¿cómo debemos abordarlo? Las palabras del Señor dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3). Las palabras del Señor nos dicen que solo los pobres de espíritu tendrán la oportunidad de entrar en el reino de los cielos. Por lo tanto, cuando oímos que Dios Todopoderoso ha venido a realizar la obra del juicio en los últimos días, debemos buscar e investigar tanto como podamos y escuchar la voz del Novio. Confío en que mientras seamos capaces de buscar con un corazón abierto, entonces Dios nos guiará para saludar el regreso del Señor y al hacer esto, tendremos la oportunidad de ser convertidos por Dios en personas que hagan Su voluntad y que puedan entrar en el reino de los cielos .
Recomendación:
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.