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Destrucción en un abrir y cerrar de ojos

 

 

Jing Wei, provincia de Sichuán

 

—El municipio de Qingping en la provincia de Sichuán desapareció en dos ocasiones a causa de su desafío al evangelio de los últimos días de Dios Todopoderoso.

 

Durante el gran terremoto que tuvo lugar el 12 de mayo de 2008, una ciudad desapareció totalmente: fue el municipio de Qingping en el término municipal de Mianzhu, en la provincia de Sichuán. A causa de la censura de información por parte del gobierno, esto no es algo que muchas personas conocen.

 

 

 

El municipio de Qingping estaba situado al noroeste de la zona duramente afectada de la ciudad de Hangwang, en el término municipal de Mianzhu. Antes de que sucediera el terremoto, situado entre las montañas, era un lugar de aire puro, aguas claras y cielos azules, y en las montañas abundaban el kiwi y el gingko. Dios concedió esta abundancia a las personas y les proveía todo lo necesario para vivir; pero las personas que habitaban allí no conocían a Dios, y sabían aún menos que deberían estar agradecidas a Él —sólo codiciaban riquezas—. Como esta ciudad estaba situada entre las montañas, el paisaje era increíblemente hermoso y el aire fresco y agradable. En verano, no había necesidad de usar el aire acondicionado; era una bombona de oxígeno natural, y aún más, un lugar para el ocio y la relajación. La gente de la montaña estableció alojamientos rurales uno por uno e hizo un gran esfuerzo para desarrollar la industria turística allí. También se convirtió en un lugar recreativo y de entretenimiento para todos los niveles de oficiales del gobierno. Muchos de ellos deseaban ocupar cargos del gobierno en el municipio de Qingping, y muchos líderes a nivel provincial visitaban frecuentemente la ciudad. Como todo el mundo sabe, allí donde van oficiales del gobierno, estimulan el crecimiento económico de los hoteles, los bares con karaoke, los balnearios, los spas de masaje de pies y los salones de peluquería de la zona. Por tanto, aunque el municipio de Qingping estaba entre las montañas, no era en absoluto un lugar retrógrado, pero, sin embargo, sí uno de fiesta y jolgorio, luces de neón parpadeantes y música y cantos nocturnos; los oficiales del Partido Comunista convirtieron este lugar hermoso enviado por el Cielo en una Sodoma en versión moderna.

 

Desde que Dios Todopoderoso inició Su obra de los últimos días en la China continental, hermanos y hermanas de la iglesia viajaron en muchas ocasiones a esta ciudad de la montaña para difundir el evangelio. Pero allí, las personas vivían de forma acomodada y no tenían preocupaciones por la comida o la ropa. Pensaban que no necesitaban a Dios, así que cada vez que venían los hermanos y hermanas, se negaban a aceptar el evangelio, e incluso los reprendían diciéndoles: “Ahora mismo, la vida es muy buena y las políticas del Partido son muy buenas. No tenéis nada mejor que hacer que decir estas cosas, pero no creemos lo que decís. ¡Sólo creemos en el dinero!”. Los hermanos y hermanas tenían que recorrer un largo camino cada vez para difundir el evangelio a estas personas, pero siempre les cerraban las puertas en la cara. Los hermanos y hermanas les decían que éste era el evangelio de Dios de los últimos días, y que era su única oportunidad de salvarse, pero ellas cerraban los oídos; los hermanos y hermanas les decían que todos los que no creyeran en Dios Todopoderoso no tendrían la protección de Dios cuando vinieran los desastres, pero ellas lo ignoraron. Las personas del municipio de Qingping rechazaron las palabras de Dios Todopoderoso y Su salvación —¡no había una sola persona que creyera en Dios Todopoderoso en esa ciudad!—.

 

A las 14:28 horas del 12 de mayo de 2008 se produjo el terremoto. De repente la tierra tembló y las montañas se estremecieron, rocas gigantes rodaron y retumbaron desde las montañas, el aire se llenó inmediatamente de grandes nubes de polvo, el cielo se oscureció y la tierra se volvió sombría, y algunas montañas simplemente cayeron y desaparecieron en un corto espacio de tiempo. La sede del gobierno local estaba situada en el fondo de un valle entre dos montañas. Cuando se produjo el terremoto, el hueco entre estas dos montañas empezó a estrecharse y, en un abrir y cerrar de ojos, el municipio de Qingping quedó aplastado bajo estas montañas que se doblaban. ¡Todo el mundo en la ciudad quedó sepultado, y en una fracción de segundo las dos montañas se habían juntado y fusionado en una sola! En ese momento, por mucho dinero que tuvieran, todo era inútil; el dinero no les salvó la vida, ¡y mucho menos fueron capaces de salvarlos los oficiales del Partido Comunista! ¡Esta ciudad que no adoraba a Dios fue destruida instantáneamente! Cuando pienso en este desastre catastrófico, no puedo evitar pensar en cuando Jehová Dios quiso destruir la ciudad de Sodoma. Abraham suplicó a Jehová Dios, diciendo: ¿Y si hubiera diez personas justas en la ciudad, la destruirías? Jehová Dios contestó, y dijo: No la destruiré. Al final, sólo Lot y su familia consiguieron escapar bajo la dirección de los ángeles, ¡y todos los que quedaron fueron destruidos por un gran fuego que cayó del cielo! (Ver Gn 18:20-32 y 19:1-25). Esta ciudad contumaz y licenciosa que no adoraba a Dios fue borrada de la faz de la tierra desde ese día, y esto es también lo que aconteció al municipio de Qingping. Después de que éste desapareciera, el ejército emitió inmediatamente una nota a los oficiales y soldados involucrados en las labores de rescate prohibiendo la divulgación de esta información con el mundo exterior, el uso de sus teléfonos móviles estaba totalmente controlado, no podían llamar a su familia y, si alguien filtraba la información, sería juzgado según la ley militar.

 

Las personas del municipio de Qingping —que habían sido infectadas con el ateísmo— no se examinaron ante este gran desastre, y mucho menos pensaron en las razones de la ira del Cielo; ¡simplemente continuaron creando sus hermosos hogares con sus propias manos, y mantuvieron el credo perverso de que el hombre puede superar al Cielo, y luchar contra el Cielo! Eran contumaces.

 

Después del terremoto, el terreno en todas las zonas de la ciudad había sufrido un gran cambio (muchas montañas se habían derrumbado, movido o fusionado), y la ciudad original era totalmente irreconocible; además, las riadas procedentes de las montañas bloqueaban todas las carreteras. Por tales razones, el nivel superior del gobierno local decidió borrar del mapa la región administrativa del municipio de Qingping. Pero algún líder del comité provincial del partido, en aras de crear otro proyecto vanidoso, quería construir un nuevo plan piloto rural socialista, y no estaba de acuerdo con la eliminación de la ciudad. Así pues, sin vacilar, el gobierno empezó a invertir mucho en la zona, y envió a técnicos expertos en ingeniería de puentes y del Instituto Provincial de Planificación y Diseño para dirigir la investigación del enclave, la selección del mismo, el diseño y la reconstrucción. Bastante pronto, se fundó una vez más en las montañas un nuevo municipio de Qingping, completo con todas las instalaciones auxiliares. Incluía las oficinas del gobierno del municipio, un hospital, escuelas, bloques residenciales, y más; todo se hizo de una vez y todo modernizado. Plantar un solo árbol en su propia residencia privada le costó cincuenta mil yuanes a un oficial del gobierno municipal. Justo cuando todos estaban agradecidos a la política del Partido e inmersos en la alegría de haberse mudado a un lugar mejor, el 15 de agosto de 2009 cayó de repente del cielo una lluvia torrencial que se volvió cada vez más violenta, y que dio lugar a deslizamientos de tierra desde las montañas. Muy rápidamente, barro y rocas fluyeron en una violenta riada que descendía de las montañas, y que se dirigió directamente hacia donde se encontraba el nuevo municipio de Qingping. ¡De nuevo, en un instante, la recién construida sede del gobierno del municipio quedó sepultada bajo la corriente de barro y rocas, y la ciudad se vio golpeada una vez más por el desastre catastrófico! ¡Una vez más, la ciudad fue barrida de la faz de la tierra!

 

Esto cumplió con precisión las palabras de Dios Todopoderoso: “Si las personas de un país o nación son incapaces de recibir la salvación y el cuidado de Dios, ese país o nación pisará el camino de la ruina hacia las tinieblas, y Dios lo aniquilará”. “Si eres un cristiano verdadero, creerás sin duda que el auge y la caída de cualquier país o nación ocurren de acuerdo con los designios de Dios. Sólo Él conoce el destino de un país o nación, y sólo Él controla el curso de esta humanidad. Si esta desea tener un buen destino, si un país desea un buen destino, entonces el hombre debe postrarse a Dios para adorarle, arrepentirse y confesar delante de Él, si no, la suerte y el destino del hombre acabarán inevitablemente en catástrofe”. “Confiamos en que ningún país o poder pueda interponerse en el camino de lo que Dios quiere lograr. Aquellos que obstruyen Su obra, se resisten a Su palabra, interrumpen y perjudican Su plan serán castigados por Él en última instancia. Quien resiste la obra de Dios será enviado al infierno; cualquier país que lo haga, será destruido; cualquier nación que se levante para oponerse a la obra de Dios será barrida de esta tierra, y dejará de existir” (“Dios preside el destino de toda la humanidad” en La Palabra manifestada en carne).

 

¡Este gran desastre nos permite conocer el carácter justo de Dios! Que Dios se haga carne esta vez es para salvar al hombre hasta el límite extremo y, durante los desastres, será misericordioso con quienes lo aman sinceramente y claman a Él; ¡Su ira caerá sobre quienes lo desafían y son contumaces! Dios dice: “El desastre se origina en Mí y, por supuesto, Yo lo orquesto. Si no podéis parecer buenos a Mis ojos, entonces no escaparéis de sufrir el desastre” (“Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino” en La Palabra manifestada en carne).

 

Seguidamente, compartiremos con todos algunas experiencias y testimonios de los hermanos y hermanas que creen en Dios Todopoderoso en las áreas duramente afectadas de Mianzhu y Shifang en Sichuán sobre cómo los salvo Dios y sobre su maravilloso escape durante el terremoto del 12 de mayo, usando los hechos para dar testimonio: ¡las palabras de Dios son la verdad eterna inalterable!

 

1. El día 12 de mayo, la hermana Xiaojiang, la líder de la iglesia de Yuanmen, estaba sola en la montaña Leigu (un área duramente afectada) vareando la colza. Cuando se produjo el terremoto, sólo sintió que la tierra se movía y que la montaña se estremecía, y se mareó. Al principio del terremoto, pensó que estaba sufriendo un ataque al corazón. Un poco después, vio que a su alrededor las montañas se estaban cayendo, la tierra se estaba abriendo y la montaña temblaba de un lado para el otro sin parar. Se estaban abriendo fisuras varios metros más allá y caían rocas de la montaña directas hacia ella. Sólo entonces supo que se trataba de un terremoto; y tuvo que esquivar continuamente las rocas. Oró y clamó constantemente a Dios: “¡Oh Dios! Hoy es el día en que Tú castigas al gran dragón rojo. Yo también tengo los venenos del gran dragón rojo en mí. Normalmente no llevo a cabo muy bien mis deberes. … Si sólo pudieras calmar Tu furia hoy, independientemente de cómo me castigues, deseo obedecerte. Aunque la tierra me trague como a estos 250 líderes, Tu buena voluntad está tras ello…”. Ella oró continua y obedientemente así, y después pensó en el himno de las palabras de Dios llamado “La última obra que Dios hará en el hombre”, y su corazón se calmó. De inmediato, Xiaojiang vio con sus propios ojos los maravillosos hechos de Dios: la montaña sobre la que estaba se derrumbó; justo al lado de ella, la mitad de la montaña estaba como si la hubieran rebanado con un cuchillo y se hubiera deslizado en una línea por detrás de ella. Pero la mitad de la montaña sobre la que se encontraba Xiaojiang no cayó y ella no sufrió lesión alguna. Su familia vio de lejos que la montaña en la que Xiaojiang estaba trabajando se derrumbó y todos pensaron que ella estaba muerta. No habían esperado verla volver sana y salva, y los incrédulos dijeron: “¡Has tenido mucha suerte!”. La hermana Xiaojiang lloraba sin parar cuando contaba sus experiencias en la montaña a sus hermanos y hermanas. Muchas personas se conmovieron, y sintieron que Dios era muy todopoderoso y muy maravilloso.

 

2. Un hermano de la iglesia del condado de Anxian, cuyo hogar era un lugar de reunión. Él había sido un incrédulo, y aceptó la obra de Dios de los últimos días en octubre de 2007, y era un recién llegado a la iglesia. Después de aceptar la obra de Dios, fue serio en su búsqueda, y desde ese momento había llevado a cabo un deber de acogida. Durante el terremoto, la mayoría de los edificios de su aldea se derrumbaron, y los que no lo hicieron dejaron de ser seguros, pero su casa no sufrió daños. El líder de su equipo de producción estaba muy desconcertado, y le preguntó: “Tu casa no se derrumbó. ¿Cuál es el secreto?”. El hermano estaba muy contento, y entendió que Dios lo cuidaba y protegía. Él tiene ahora aún más fe, y desea continuar llevando a cabo sus deberes y difundiendo el evangelio.

 

3. El hermano Zhao, de 60 años de edad, de la iglesia de Chaping. El 12 de mayo, tomó el autobús de Chaping a Sangzao. Ese día, en el autobús había entre 10 y 20 personas en total. A las 14:28 horas, el autobús había llegado a un punto bajo una alta montaña cuando comenzó el terremoto. Repentinamente, la tierra tembló y las montañas se estremecieron, y cayeron rocas de la montaña como si fueran gotas de lluvia. Las rocas caídas bloquearon la carretera por delante y por detrás, y el techo del autobús quedó aplastado. En el interior del autobús, todo era caos y confusión y todos intentaban salir desesperadamente, corriendo y clamando al cielo y la tierra, algunos clamaban a los cielos, otros al Buda… En ese momento, el hermano Zhao dijo: “Estáis clamando a las cosas incorrectas. ¡Debéis clamar a Dios Todopoderoso!”. Sin embargo, sólo estaban preocupados por escapar del autobús y salvar su vida, y nadie le prestó atención alguna. En un santiamén todas las personas del autobús habían escapado, y sólo el hermano Zhao permaneció en el mismo, clamando a Dios Todopoderoso. Algunas de las personas que habían conseguido salir murieron y otras quedaron heridas por las rocas que caían; todos los heridos pensaron que el hermano Zhao debía de haber muerto sin duda. Al final, justo después de que el terremoto terminara, éste salió del autobús sin un rasguño. Los incrédulos estaban todos asombrados. Pensaban que el hecho de que el hermano Zhao hubiera podido salir de ese entorno sin un solo rasguño era verdaderamente un milagro. Después de preguntarle por las razones de su milagroso escape, todos empezaron a seguir a Dios Todopoderoso. Varios días más tarde, el hermano Zhao y entre 10 y 20 incrédulos caminaron hasta el pie de una montaña alta. A causa de las réplicas, seguían cayendo rocas de la cima de la montaña y, como el camino era largo, los demás no se atrevieron a ir más lejos. En la confusión, sin saber nadie qué era lo mejor que podían hacer, el hermano Zhao gritó bien alto: “Haced como ordeno. No claméis a los cielos y mucho menos al Buda. ¡Clamad todos a Dios Todopoderoso!”. Al final, el grupo de personas hizo caso a las palabras del hermano Zhao y clamó a Dios Todopoderoso, y por tanto recorrió el camino sano y salvo.

 

4. El hermano Tan, de 37 años de edad, de la iglesia de Jiulong. Tanto él como su esposa creen, y en ese momento no estaban muy firmes en su búsqueda. El 10 de mayo, el hermano Tan fue a la Fábrica de Turbinas Dongfang en Hangwang (un área seriamente afectada) en la que trabajaba como pintor. Sólo estuvo haciéndolo durante un día y medio cuando su superior inmediato le dijo que su trabajo no daba la talla y que se fuera a casa. El hermano Tan se enojó mucho y volvió a casa el 11 de mayo por la tarde. (Después del terremoto, supo que el edificio de la Fábrica de Turbinas Dongfang se había derrumbado gravemente, y que muchas personas habían muerto o resultado heridas). El terremoto tuvo lugar el 12 de mayo. Cuando se produjo, el hermano Tan estaba trabajando en un templo local y, un minuto antes de que sobreviniera el terremoto, oyó repentinamente el sonido de un avión en el cielo y corrió fuera a mirar. Tan pronto como salió del templo, éste se derrumbó totalmente, y los que estaban dentro quedaron sepultados bajo los escombros —sólo él quedó indemne—. Como sobrevivió a este terremoto, él sabe que fue Dios quien lo salvó y que el amor de Dios había venido sobre él. Está muy agradecido a Dios en su corazón, y ahora está firme en su búsqueda. Tiene un hijo que tenía cinco años y estaba en la escuela ese día, y cuando el terremoto se produjo, su hijo se escondió debajo de las escaleras, y sólo sufrió una pequeña herida en la frente. La esposa del hermano Tan vio la protección y el amor de Dios y también empezó a buscar la verdad. Ahora dirige a nuevos miembros de la iglesia en reuniones.

 

5. El hermano Wu y la hermana Cai (que tiene un lado del cuerpo paralizado), de la ciudad de Hanwang, un matrimonio creyente, ambos de más de 60 años de edad; en ese momento, habían aceptado la obra de Dios sólo dos meses antes. El 12 de mayo, cuando se produjo el terremoto, la sacudida de su edificio fue tremenda (vivían en un quinto piso) y simplemente fueron incapaces de mantenerse en pie. Su cama se volcó y la hermana Cai cayó al suelo. Como tenía dificultades para moverse, sólo pudo quedarse tendida en el suelo, pidiendo ayuda. Seguidamente, el techo cedió y aplastó la cama, y otro trozo de solería cayó y quedó bloqueado por una silla, dejando un espacio alrededor de la cabeza de la hermana Cai. Ésta no sufrió daños, y tuvo una idea: “Veré si puedo encontrar la salida”. Así que se arrastró hacia delante, quitó un ladrillo del camino con la mano y vio luz, y empezó a gritar. Su hijo mayor la oyó y empezó a cavar, y fue rescatada tres horas más tarde. Cuando se produjo el terremoto, el hermano Wu estaba en el baño. Al oír a la hermana Cai pidiendo ayuda tras haber caído al suelo, intentó correr hasta ella, pero la puerta del baño lo tiró dos veces hacia atrás. Justo entonces, el techo se vino abajo y una canasta de bambú cayó de arriba. El hermano Wu se sentó bajo la canasta y estuvo atrapado durante 30 horas. Fuera de sí por la angustia, Dios le dio la fe para esperar con calma. Su hijo estaba fuera anhelando que los soldados vinieran y salvaran a su padre, pero estos veían que era peligroso y no estaban dispuestos a ayudar. Así que el hijo del hermano Wu siguió implorándoles que ayudaran, y sólo entonces cavaron un hoyo y lo rescataron; tenía heridas superficiales en las piernas. El hijo mayor del hermano Wu trabajaba en la Fábrica de Turbinas de Dongfang (el área duramente afectada), y precisamente ese día había cambiado el turno con alguien. No fue a trabajar a la fábrica ese día y, por tanto, escapó del desastre. Su hijo de siete años de edad estaba en la Escuela Primaria de Dongqi y, tras el terremoto, salió a rastras por un agujero sin haber sufrido lesión alguna. Gracias a la maravillosa protección de Dios, las tres generaciones de su familia sobrevivieron.

 

6. El hermano Wei, de cincuenta años de edad; tanto él como su esposa son creyentes. El hermano Wei es ciego, y su hogar siempre ha sido un lugar de reunión. Su casa era bastante vieja y, en julio de 2007, el Estado la clasificó como un peligro para los ocupantes. Se les pidió que llevaran a cabo reformas, pero como eran una familia pobre, la obra nunca se realizó. El 12 de mayo, hermanos y hermanas estaban reunidos en su casa. Cuando el terremoto tuvo lugar, todos corrieron fuera y salieron indemnes, y la casa tampoco sufrió daños. Los vecinos no podían entenderlo en absoluto, y dijeron: “Se han derrumbado casas resistentes y bloques de apartamentos. ¿Por qué no lo ha hecho su casa cuando es tan peligroso vivir en ella? ¡Es tan extraño!”.

 

7. Varios hermanos y hermanas de la iglesia de Guantan vivían al pie de la montaña. Cuando se produjo el terremoto, las montañas cayeron y la tierra se partió. La montaña frente a ellos se derrumbó y sus casas se cayeron. Cuando esto aconteció, se arrodillaron y oraron a Dios, y también pidieron a los incrédulos que se arrodillaran y oraran con ellos, y la montaña sobre la que se encontraban no se derrumbó.

 

8. En la aldea de Jiuncun, ciudad de Jiulong, hay dos hermanas ancianas, una de 71 años de edad, la otra de 68. Cuando sobrevino el terremoto, la hermana Li, de 71 años, estaba en casa durmiendo la siesta. Su casa se derrumbó y las vigas del techo que cayeron sobre su cama dejaron un hueco, y ella resultó ilesa. Después, sus vecinos consiguieron sacarla. La hermana Li, de 68 años, estaba en una montaña usada para la minería ayudando a alguien a cuidar de su casa. Cuando tuvo lugar el terremoto, ella acababa de marcharse de la casa cuando ésta se derrumbó. Las dos hermanas ancianas caminaron con incrédulos durante dos días antes de salir de las montañas. Ambas buscan ahora concienzudamente, y están llevando a cabo sus deberes.

 

9. El hermano Yang, de más de 60 años de edad. El 12 de mayo, después del almuerzo, la esposa y la nuera del hermano Yang salieron a varear las colzas. Habitualmente, el hermano Yang dormía la siesta a esta hora del día. Pero ese día, de repente tuvo una idea: “Todos han salido, ¿qué sentido tiene quedarme aquí solo?”. Así que se apresuró a llevar a su ganado a pastar. Poco después de marcharse de la casa comenzó el terremoto, y el hermano Yang se mantuvo sano y salvo.

 

10. La hermana Han, de 39 años de edad, de la iglesia de Hanwang. Cuando tuvo lugar el terremoto, la hermana Han estaba trabajando en el séptimo piso de una fábrica. Estaba barriendo el suelo cuando de repente el edificio empezó a tambalearse, y ella llegó a la seria conclusión de que se trataba de un terremoto. Tiró la escoba y corrió escaleras abajo clamando a Dios Todopoderoso. Una mujer incrédula que bajaba corriendo con ella murió de espanto a mitad de camino; la hermana Han resultó ilesa.

 

11. El hermano Tan, de 85 años de edad, busca la verdad y asiste frecuentemente a reuniones. En el momento del terremoto, su casa se derrumbó y los escombros lo sepultaron. Después, sus vecinos lo sacaron cavando y, aparte de algunas heridas superficiales en las piernas, resultó ileso.

 

12. La hermana Li, de más de 60 años de edad, de la iglesia de Hanwang. El día del terremoto, varios hermanos y hermanas estaban reunidos en su casa, que se encontraba en el primer piso. Cuando el edificio empezó a temblar, todos supieron que era un terremoto, y se arrodillaron en la habitación para orar a Dios. Tras un momento, la casa dejó de temblar y ellos salieron fuera. Sólo después de salir vieron que únicamente su edificio y el de enfrente habían permanecido de pie, mientras los demás alrededor se habían derrumbado. La hermana Li dijo: “Todo esto se debe al cuidado y la protección de Dios. Si el edificio de enfrente se hubiera caído, habríamos muerto aplastados, ya que sólo hay un espacio de cinco metros entre los dos edificios”.

 

13. Una hermana anciana de la ciudad de Mianzhu, que justo había aceptado la obra de Dios de los últimos días. En el momento del terremoto, estaba durmiendo la siesta. Los muros de los hogares de otras personas se derrumbaron y la despertaron con un sobresalto, y la hermana anciana se puso inmediatamente la almohada en la cabeza y salió corriendo y gritando: “Dios Todopoderoso, sólo puedo confiar en ti, no tengo nada más. ¡Dios Todopoderoso, sálvame!”. Tan pronto como ella había huido del edificio, los muros de su hogar se vinieron abajo y aplastaron su cama.

 

14. El hermano Wang, de 70 años de edad, y su esposa, la hermana Wang, de 68, ambos de la iglesia de la ciudad de Dongbei. Normalmente, ambos habrían estado durmiendo la siesta, pero en la tarde del terremoto, sintieron en su corazón un miedo y una agitación constantes, como si hubiera alguien fuera llamándolos. Después, ambos salieron a los campos a trabajar y escaparon afortunadamente del desastre —cuando llegaron a casa, vieron que ésta se había derrumbado totalmente—.

 

15. La hermana Su, de 60 años de edad, de la iglesia de Qitian. El día del terremoto, su casa se derrumbó. Cuando ocurrió, ella no tuvo tiempo suficiente para correr fuera y los escombros la sepultaron. Ella sabía, sin embargo, que la vida del hombre está en las manos de Dios, y por tanto siguió clamando a Dios Todopoderoso en su corazón. Varias horas después, consiguió salir de las ruinas arrastrándose sin ninguna lesión.

 

16. El hermano Liu, el líder de la iglesia de Qitian, de 55 años de edad, y su esposa, la hermana Zhou. Habitualmente, dormían la siesta cada tarde y no se levantaban hasta pasadas las 15:00 horas. Pero el día 12 de mayo, la hermana Zhou no podía dormir en absoluto y ambos se levantaron a las 13:50 para ir a trabajar a los campos. Cuando el terremoto tuvo lugar, su casa se derrumbó, pero ellos escaparon del desastre.

 

17. El hermano Zhang, de 70 años de edad, de la iglesia de Qitian; tanto él como su esposa son creyentes. Cuando se produjo el terremoto, ambos corrieron fuera, pero la puerta de su patio estaba cerrada herméticamente y no pudieron abrirla, por lo que su única opción fue quedarse en el patio. A causa del tambaleo y el temblor del suelo, no podían mantenerse en pie, por lo que se agarraron el uno al otro y clamaron continuamente a Dios Todopoderoso. Lo maravilloso fue que, aunque su casa y los muros que la rodeaban se desplomaron, los únicos muros que quedaron intactos fueron los que rodeaban el lugar donde estaban ellos.

 

18. La hermana Yan, de la iglesia de Qitian; su casa era un lugar de reunión. El 12 de mayo, los hermanos y hermanas estaban asistiendo a una reunión allí. En el momento del terremoto, todos salieron corriendo clamando a Dios Todopoderoso. De las cinco personas que había allí, nadie murió ni resultó herido.

 

19. Tres hermanos apellidados Yang, de la iglesia Yongle, todos cincuentones, vivían alrededor de un jardín junto con su hermano mayor. Los tres creían en Dios Todopoderoso, mientras que su hermano mayor seguía creyendo en la secta de las Tres Redenciones. El día del terremoto, las casas de los tres hermanos no sufrieron daños, y nadie murió ni sufrió heridas, pero la casa de su hermano mayor se derrumbó y éste resultó gravemente herido.

 

20. El hermano Xiao, de 59 años de edad, y su nuera, la hermana Luo, de 30, ambos de la iglesia Yongle. Habitualmente, toda la familia tenía la costumbre de dormir la siesta después de mediodía. Sin embargo, en la tarde del 12 de mayo, el hermano Xiao no podía dormir, así que se preparó para ir a los campos a fumigar, y la hermana Luo hizo lo propio para quitar malas hierbas. Acababan de llegar a los campos cuando comenzó el terremoto y su casa se derrumbó. La nieta del hermano Xiao sólo tenía diez años en ese momento y estaba en la escuela ese día, cuyo edificio se derrumbó totalmente y todos los niños de su clase fueron aplastados. Sólo sobrevivieron cuatro. Los otros tres quedaron gravemente heridos, y sólo ella salió sana y salva. Fue Dios Todopoderoso quien protegió a las tres generaciones de su familia.

 

21. El hermano Xiao, de 62 años de edad, de la iglesia de Zundao. Tanto él como su esposa son creyentes. Cuando se produjo el terremoto el 12 de mayo, el hermano Xiao y su esposa estaban trabajando al lado de los muros de su recinto cuando oyeron de repente un gran estruendo procedente del sur. Un humo amarillo ascendió directamente por el aire, pero su hogar quedó totalmente rodeado por una bruma de color blanco. Después la tierra se movió y las montañas temblaron, y rocas grandes y pequeñas empezaron a estrellarse sin cesar en ambos lados de su casa desde la montaña. En ese punto, la hermana siguió clamando: “¡Dios Todopoderoso, sálvame!”. El hermano Xiao también estaba increíblemente angustiado, y pensó: “Hay libros de la iglesia en la casa. ¿Qué debería hacer? Si se dañan, ¿cómo se lo explicaré a Dios?”. Lo maravilloso fue que, aunque las rocas siguieron cayendo y estrellándose, su casa no sufrió el más mínimo daño. Al día siguiente, su hijo y la esposa de éste se apresuraron y les aconsejaron marcharse de su hogar, diciéndoles que era muy peligroso permanecer allí. Pero el hermano Xiao no se iría, pasara lo que pasara. Su hijo llamó a otros familiares para que le aconsejaran marcharse, pero él seguía sin irse. Él pensó en su corazón: “He visto con mis propios ojos la maravilla y el poder de Dios. Temo que perderé el contacto con la iglesia si me marcho de aquí”. Finalmente, dijo a su hijo: “Si me aconsejáis de nuevo que me marche, ¡me mataré!”, y añadió: “Ahora que Dios ha salvado hoy mi casa, ésta debe de ser sin duda Su voluntad. Esperaré aquí a que vengan mis hermanos y hermanas. Si me marcho, no tendré forma de contactar con ellos”. Por consiguiente, no había nada que su hijo pudiera hacer, excepto decir: “Entonces haznos saber cómo estás cada día”. Y el hermano Xiao dijo: “Esto puedo hacerlo”.

 

22. Cuatro personas con una edad media de 70 años, apellidadas Xie, Chen y Li, etc., de la iglesia de Zundao. El 12 de mayo, estaban celebrando una reunión cuando se produjo el terremoto y su casa se derrumbó, y las sepultó bajo las ruinas. Pronto, dos hermanas salieron a rastras de los escombros y, mirando las ruinas, dijeron: “Oh no, deben de haber muerto sin duda”. En ese momento, una voz procedente de los escombros dijo: “No estamos muertos. ¡Estamos clamando a Dios Todopoderoso!”. Las dos hermanas se conmovieron en extremo y se apresuraron a quitar ladrillos y hacer un agujero, y salvaron a las otras dos personas de las ruinas. De las cuatro, sólo un hermano sufrió pequeñas heridas superficiales en el rabillo del ojo, y las otras tres salieron ilesas.

 

23. Una hermana de 82 años de la iglesia de Zundao; habitualmente almorzaba a las 14:00 horas, pero el día 12 de mayo, como quería ir a casa de su nuera, lo hizo a las 11:00. Una vez que hubo llegado a la casa de aquélla, algo le sobrevino y sólo sentía pánico en su corazón. Sentía continuamente una necesidad de ir fuera, y pensó en su corazón: “Quizás podría salir un poco antes para ayudar a mi hijo a recoger las colzas”. Poco después de que se marchara de la casa y cuando iba a mitad de camino subiendo a la montaña, el terremoto comenzó. La tierra se movió y la montaña tembló e inmediatamente ella se sentó en el suelo, y clamó: “¡Dios Todopoderoso, sálvame!”. Aunque siguieron cayendo rocas de la montaña, ella no sufrió lesión alguna. Su nuera incrédula, sin embargo, murió aplastada en su casa.

 

24. La hermana Zhang, de 72 años de edad, de la iglesia de Chengguan, vivía en el quinto piso de su edificio. Ese día, el terremoto se produjo de forma demasiado repentina y ella sabía que no tendría tiempo de correr hasta el exterior, por lo que simplemente se arrodilló y oró a Dios Todopoderoso: “Oh, Dios Todopoderoso. ¡Tú me diste mi aliento y mi vida, y ahora veo Tu carácter justo!”. Después, la hermana Zhang vio con sus propios ojos que todos los edificios a su alrededor habían quedado reducidos a escombros de manera instantánea, y que únicamente el edificio en el que ella vivía había quedado tambaleándose en un espacio vacío. Un poco después de orar, sintió que el edificio dejaba de tambalearse, y corrió al exterior a toda prisa. Tan pronto como salió fuera, todo el edificio en el que vivía se vino abajo. La hermana Zhang había pensado originalmente que su nieto debía de haber muerto sin duda aplastado en la escuela, pero más tarde supo que él no había ido a clase ese día y que también había conseguido escapar de la calamidad. Una vez que llegó a su casa, toda la familia se abrazó y lloró y dio gracias a Dios Todopoderoso por haberla salvado.

 

25. El hermano Zhang era el líder de la iglesia de Mawei. A las 14:25 horas del 12 de mayo, su abuelo incrédulo se enojó y le sentó mal ver a algunos hermanos y hermanas hablando en la casa del hermano Zhang, así que entregó a su bisnieto a éste y se fue a su habitación a dormir. Cuando se produjo el terremoto, murió aplastado en el acto; pero el hermano Zhang, su esposa y sus hijos clamaron todos a Dios Todopoderoso y sobrevivieron sanos y salvos. En ese momento, la hermana Bi y la hermana Zhou estaban en la casa clamando constantemente a Dios Todopoderoso, y vinieron bajo la protección de Dios. Como la casa se tambaleaba de una forma muy violenta, una de ellas se cayó y se golpeó la pierna, que se hinchó, pero cuatro días más tarde todo estaba mejor.

 

26. La hermana Zhang, de 45 años de edad, de la iglesia de Fangquan. El 12 de mayo, quedó sepultada bajo los escombros cuando su casa se derrumbó. Mientras estaba bajo los escombros, oró a Dios, y dijo: “Oh, Dios Todopoderoso. ¡Todo lo que tengo está en Tus manos y es orquestado por ti!”. Su marido no estaba en casa en ese momento. Llegó después y vio que su casa se había derrumbado y empezó a llamar a su mujer. Ella le contestó desde el interior de las ruinas y él la sacó cavando; estaba totalmente ilesa.

 

27. La hermana Xu, de 38 años de edad, de la iglesia de la ciudad de Dongbei. Ella llevaba a cabo su deber de dirigir a nuevos miembros en las reuniones. El 12 de mayo, estaba convocada a una reunión, pero no fue, al pensar: “Hoy iré y trasplantaré plantones de arroz, y mañana debo ir y dirigir a los nuevos miembros de la iglesia”. Ella estaba durmiendo cuando se produjo el terremoto y se despertó agitada. Su primera reacción fue que se estaba produciendo un terremoto y que el día del Señor había llegado, por lo que corrió y clamó a Dios Todopoderoso. Justo había corrido hasta el salón cuando el dormitorio se desplomó detrás de ella. Conforme avanzaba, las habitaciones y los muros se derrumbaban tras ella, y una vez que había corrido hasta la puerta principal, su casa y los muros del patio se cayeron todos. Todo en su casa quedó hecho pedazos, pero ella salió ilesa.

 

28. La hermana Chen, de 65 años de edad, líder de la iglesia de la ciudad de Dongbei. El día 12 de mayo, ella y su segundo hijo estaban fuera almorzando en un restaurante. Después de terminar de comer, éste regresó a casa para dormir. Cuando sobrevino el terremoto, las dos vigas principales de la casa cayeron y acabaron estrellándose a ambos lados de su cama, cada uno de los cuales sostenía una de las vigas, consiguiendo retener las cosas que impactaban desde arriba. Además, los muros de dos lados de la casa cayeron hacia fuera, al igual que los del patio, y su hijo no resultó herido. Después, el hijo de la hermana Chen dijo: “Mamá, sólo fui bendecido y protegido porque crees de todo corazón en Dios”. Su hijo también tenía una hija de cuatro años de edad. En la tarde del terremoto, ella empezó a llorar de repente diciendo que no iría a la escuela, y que sólo quería estar con su mamá. Durante el terremoto, la escuela infantil (la escuela Wufu) se derrumbó, y sólo su hija resultó ilesa. Gracias a esto, la nuera de la hermana Chen también empezó a creer en Dios.

 

29. La hermana Zhao, de 73 años de edad, de la iglesia de la ciudad de Dongbei. Después de las 14:00 horas del 12 de mayo, la hermana Zhao había terminado de almorzar y estaba lavando los platos. Sólo le quedaban tres platos por lavar cuando algo le sobrevino y se sintió muy agotada y quería realmente irse a dormir. (Normalmente no tenía el hábito de dormir siestas). Pensó: “Tengo que salir y decirle a mi nieto que me voy a la cama, para que sepa dónde estoy”. Casualmente, tan pronto como la hermana Zhao había salido de su casa, ésta se derrumbó.

 

30. El hermano Zhu, de la iglesia de Tumen. Fue a una reunión el 12 de mayo. Después de la misma, volvió a casa y, justo cuando abría la puerta de su casa, sintió como si alguien delante de él lo hubiera empujado hacia atrás con todas sus fuerzas. Dio unos pasos hacia atrás tambaleándose y, justo cuando se había retirado, la puerta se cayó, y bloques de hormigón y su nevera se estrellaron sobre ella (era una casa de dos pisos). Él sabía que Dios lo había protegido de esta forma ya que, de haber estado en la casa, habría muerto o resultado gravemente herido. Ninguna de las personas que asistieron a la reunión ese día murieron o resultaron heridas.

 

31. El hermano Wang, de la iglesia de Tumen. Antes de que se produjera el terremoto, fue a buscar algunos CD. Justo los había recogido cuando el terremoto destruyó su casa, sepultándolo en el interior. Una hermana lo llamó y él le respondió: “¡Estoy orando a Dios Todopoderoso!”. La hermana y otros lo sacaron excavando, y él sólo había sufrido heridas superficiales en sus orejas y, en su mano derecha, una pequeña fractura. Tan sólo un mes más tarde estaba de vuelta a la normalidad.

 

32. El hermano Gu, de 70 años de edad, de la iglesia de Tumen. Él y su esposa son creyentes. Habitualmente, sólo almorzaban después de las 14:00 horas cuando habían terminado su trabajo. El 12 de mayo, tras haber terminado de acarrear los sacos de colzas, el hermano Gu pidió a su esposa que hiciera el almuerzo un poco antes. Después de acabar de almorzar, fueron a los campos a trabajar y, cuando se produjo el terremoto, ambos resultaron ilesos. Los dos tienen ahora una gran fe y están llevando a cabo sus deberes.

 

33. La hermana Liu vivía en el sexto piso de su edificio en la ciudad de Mianzhu. Su casa era un lugar de reunión y, el día del terremoto, su edificio se derrumbó sin herirla, y los libros que guardaba en su casa no sufrieron daño alguno.

 

34. La hermana Li, de 46 años de edad, de la iglesia de Zundao. Su casa se usaba para guardar libros, pequeños lectores de CD y distintos CD para cuatro iglesias. Habitualmente, la hermana Li dormía la siesta cada día. Pero, en la tarde del 12 de mayo, pensó en su corazón: “Debo dividir los libros que la iglesia ha enviado para las diferentes iglesias, de forma que no se pierda demasiado tiempo cuando las hermanas vengan a recogerlos”. Así que no durmió la siesta esa tarde y, cuando el terremoto se produjo, corrió al exterior y su casa se derrumbó. Todas las cajas de cosas en su casa quedaron aplastadas, pero sólo esta caja de libros de la iglesia no sufrió daños. Cuando sacó esta caja de debajo de los escombros, vio que los cuatro lectores de CD, los CD y los libros no tenían ni una mota de polvo, y estaban todos en perfectas condiciones.

 

35. La hermana Ye, de 46 años de edad, de la iglesia de Xinglong. Cuando se produjo el terremoto, corrió al exterior con su nieta en brazos. Tras haber salido corriendo, vio derrumbarse su casa y los muros de su patio. Pero lo sorprendente fue que la pocilga que su familia tenía siempre había estado deteriorada, pero como la hermana guardaba libros de las palabras de Dios en la misma, oró continuamente a Dios Todopoderoso, y le pidió que protegiera los libros, y efectivamente la pocilga no se derrumbó.

 

36. En el momento del terremoto, el hermano Li, un líder de la iglesia, había salido para asistir a una reunión y resultó ileso; sólo su casa se derrumbó. Lo maravilloso fue que los muros de la habitación en la que guardaba libros de la iglesia y lectores de CD cayeron todos hacia fuera, y todo lo que había en la habitación estaba bien y sin daño alguno.

 

37. La hermana Liu, de 60 años de edad, cuya casa se usaba para guardar libros de la iglesia. Después del terremoto, la mayor parte de su casa se había derrumbado y todo había quedado empapado por la lluvia. Sólo las tejas sobre el armario que tenía los libros no se cayeron, y los libros se mantuvieron completamente secos.

 

38. Una mujer incrédula apellidada Li, de 40 años de edad, había recibido anteriormente el evangelio de parte de la hermana Wu, pero ella no lo aceptó. El 12 de mayo, Li estaba en casa de su madre trasplantando plantones de arroz. Cuando sobrevino el terremoto, su pierna fue aplastada y le quedó una herida abierta. Lo extraño fue que no hubo sangrado, y más tarde ella se puso bien por sí sola sin ayuda médica alguna. Después, buscó activamente a la hermana Wu y le preguntó si podía creer en Dios. Posteriormente, difundió el evangelio a su madre, a su hermano menor y a la esposa de éste, y todos lo aceptaron; ella dijo que quería creer en Dios de todo corazón.

 

39. Una hermana apellidada Yuan, de 40 años de edad, de la iglesia de Zundao. Habitualmente, no buscaba la verdad y trabajaba en un restaurante. Incluyéndola a ella, cuatro personas trabajaban en el mismo, y las otras tres eran incrédulas. Yuan dormía la siesta cada día, pero el día 12 de mayo, los tres incrédulos le pidieron que fuera y lavara los platos. Cuando Yuan había acabado de lavarlos, ya eran las 14:00 horas y no había tiempo para dormir la siesta. Yuan justo se había sentado cuando se produjo el terremoto. Corrió al exterior, mientras que los otros tres trabajadores murieron todos aplastados.

 

Los anteriores son ejemplos vivos de personas que vinieron bajo la protección maravillosa de Dios y sobrevivieron en medio de un gran desastre. Pero hay algunas personas que han abandonado a Dios y lo han ofendido después de haber aceptado Su obra, y todas estas personas han perdido el cuidado y la protección de Dios.

 

1. Una mujer apellidada Deng, de 54 años de edad, de la iglesia de Suishui. Antes del terremoto, llevaba dos semanas sin ir a la reunión. Sus hermanos y hermanas vinieron a verla y ella les dijo: “Esperad solamente a que haya ganado suficiente dinero, y entonces creeré en Dios de todo corazón”. El 12 de mayo, no había asistido a la reunión. Cuando se produjo el terremoto, ella estaba cortando leña en la montaña y murió aplastada.

 

2. Una mujer apellidada Zhao, de 60 años de edad, un hombre apellidado Chen, de 60 años de edad, y su esposa, apellidada Zhang, de 59 años, todos de la iglesia de Chengguan. Por aferrarse al mundo, estos tres abandonaron la iglesia en abril de ese año y no quisieron creer más en Dios Todopoderoso. Sus hermanos y hermanas les ofrecieron apoyo muchas veces, pero seguían reticentes a volver. Cuando sobrevino el terremoto, sus casas se derrumbaron y murieron aplastados.

 

3. Una mujer apellidada Ren, de 60 años de edad, de la iglesia de Chengguan. Después de aceptar la nueva obra, estaba continuamente dudando e insegura. Después, nunca asistió a las reuniones porque no estaba dispuesta a dejar atrás las cosas mundanas. En abril de 2008, encontró un trabajo en una montaña, y el 12 de mayo murió aplastada durante el terremoto.

 

4. Una mujer apellidada Ding, de la iglesia de Zundao. Era creyente junto con su marido, pero nunca consiguió creer realmente en Dios. Antes del terremoto, se había roto la pierna, y dijo a su marido: “Ambos creemos en Dios, ¿por qué me he roto la pierna?”. Su marido le dijo: “Tú no crees realmente en Dios”. Después de eso, ella no sólo no se conocía a sí misma, sino que, por el contrario, sus ideas sobre Dios se volvieron más fuertes. Durante el terremoto del 12 de mayo, su casa se derrumbó y la mató aplastándola, pero su marido salió ileso. Éste no se quejó por la muerte de su esposa, y dijo: “Lo que Dios hizo no puede ser incorrecto, y ella no creía realmente en Dios”.

 

5. Un hombre apellidado Zhao, de 54 años de edad, el diácono del evangelio de la iglesia de Dayan. Aceptó la nueva obra en diciembre de 2005. Durante su tiempo como diácono del evangelio, nunca cosechó resultado alguno. Siempre que el líder de la iglesia le pedía que saliera y difundiera el evangelio, él ponía excusas, mostraba consideración por su carne y era reticente a cooperar. Cuando se produjo el terremoto el 12 de mayo, una roca que rodó por la ladera de la montaña se estrelló contra una motocicleta. Un muelle mecánico de la misma salió disparado y acabó impactando a Zhao en los ojos, dejándolo ciego. Tras ver esto, los hermanos y hermanas tuvieron miedo y no desearon más mostrar consideración por su carne; en su lugar, todos desearon seguir adelante y difundir el evangelio.

 

6. Una creyente de la iglesia de Yuanmen, de más de 50 años de edad, aceptó la nueva obra en 2006, pero sólo era creyente de nombre. Ella nunca buscó la verdad, nunca leyó las palabras de Dios ni llevó a cabo su deber. Su marido le dijo: “Hemos creído en Dios durante mucho tiempo, pero no hemos llevado a cabo nuestros deberes. ¿Por qué no donamos 500 yuanes a la iglesia?”. Ella le respondió: “¿Donar mi dinero ganado con tanto esfuerzo? ¡Ni hablar!”. Su marido no le hizo caso y donó el dinero. Cuando ella se enteró, le dio una buena reprimenda a su esposo. El terremoto hizo pedazos su casa, y un ladrillo cayó de la pared y la dejó ciega.

 

7. Un hombre apellidado Jiao, de 60 años de edad, de la iglesia de Yuanmen. Aceptó la nueva obra en 2007, pero sólo era creyente de nombre. Tenía una mala naturaleza, y también desafiaba a Dios, impedía que su esposa llevara a cabo su deber y aplastó y rompió su lector de CD. Cuando sobrevino el terremoto, su casa se derrumbó y él murió aplastado.

 

Hermanos y hermanas que investigáis actualmente el camino verdadero, frente a estos hechos, ¿seguimos sin saber cómo elegir nuestra propia senda? “Él hará que los que le siguen y adoran prosperen, y traerá declive y extinción sobre los que le resisten y lo rechazan” (“Dios preside el destino de toda la humanidad” en La Palabra manifestada en carne). ¡Éste es el carácter de Dios!

 

 

A finales de 2012, el Gobierno del PCCh incrementó una vez más su represión y cruel opresión a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Desafió salvajemente la obra de Dios Todopoderoso, arrestando por todas partes a los hermanos y hermanas que difundían el evangelio. Tras capturarlos, los amenazaba diciéndoles: “¡Si alguien cree en Dios, sus descendientes de tres generaciones estarán involucrados, y eso afectará a su asistencia a la escuela, a que puedan ser miembros del Partido, a su ingreso en el ejército y a la hora de encontrar trabajo!”. Aun así, lo que hemos visto es que, cuando los desastres ocurren, no sólo los hermanos y hermanas que creen en Dios Todopoderoso vienen bajo Su protección, sino que lo hacen incluso sus familias (mientras no se resistan, sino que defiendan y apoyen la creencia de sus familiares), ¡y existen muchos casos en los que Dios ha salvado a tres generaciones de familias! Considerando que los miembros del Partido Comunista y los oficiales del gobierno ni siquiera pueden salvarse a sí mismos durante los desastres, ¿a quién pueden proteger? Yo creo que estos hechos sólidos e irrefutables te harán reflexionar y considerar detenidamente, ¡así que haz la elección correcta!

 

 

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